El papel de SAES en las fragatas F-110

Nuevas capacidades antisubmarinas y multiestatismo

Infografía de las futuras fragatas F-110. Fuente - Navantia
Infografía de las futuras fragatas F-110. Fuente - Navantia.

Las fragatas F-110 o clase Bonifaz, ya en construcción, supondrán por la calidad de los equipos que integran un considerable salto adelante para la Armada en términos de capacidades antisubmarinas. Equipos que, además, permitirán aprovechar los principios del multiestatismo para incrementar las posibilidades de detección, colaborando así con otros buques tripulados o no y con distintos tipos de aeronaves. Se convertirán así en el mejor argumento de esta institución a la hora de hacer frente a la renovada amenaza que plantean los submarinos, sea cual sea su procedencia y en toda una referencia internacional. Un hito en el que la empresa española SAES desempeña un papel fundamental.

En un artículo del Proceedings del United States Naval Institute (USNI) publicado en 2021 sobre el uso de tecnologías emergentes para la guerra antisubmarina (ASW en sus siglas en inglés), empezaban los autores el texto con la siguiente frase: “The Navy needs new and innovative antisubmarine warfare platforms to defend against China’s stealthy and potent long-range threat»[1]. No carecían de razón, pues las amenazas submarinas rusa y china han vuelto a poner en la palestra a la guerra ASW, devolviéndonos a una época anterior a la caída del muro de Berlín, en 1989, momento álgido de esta vertiente táctica tan exigente.

Lo anterior, aun salvando las distancias, aplica también a nuestra Armada, institución que debe mejorar e innovar en sus plataformas antisubmarinas para contrarrestar la creciente amenaza que plantean los sistemas de armas submarinos, bien se trate de los clásicos submarinos convencionales/nucleares o de los cada vez más comunes sistemas no tripulados[2]. Sistemas, por cierto, que no son el futuro sino el presente, como también son ya parte del presenta las fragatas F-110, en plena construcción y llamadas a ser la punta de lanza de los medios antisubmarinos de la Armada.

Planteadas como relevo de las veteranas F-80 o clase Santa María, las F-110 serán la parte más visible de un programa que va más allá de los propios buques[3]. Al fin y al cabo, el programa F-110 es también el primer programa naval desarrollado dentro del contexto del astillero 4.0 y un proyecto que tiene como objetivo integrar en los nuevos buques destacados avances a nivel guerra antisubmarina[4].

En relación con lo anterior, hay que tener en cuenta que en el mundo en el que nos ha tocado vivir la tecnología avanza cada vez más rápidamente, abarcando todos los sectores de manera vertiginosa. Estamos inmersos en la cuarta revolución industrial, donde el intercambio de información y la comunicación se vuelven cada vez más dinámicos, eficientes e instantáneos. Conceptos como el internet de quinta generación, el internet de las cosas, el Big Data y la robótica están en pleno uso y desarrollo, proliferando en todas las áreas de las ciencias, incluida la guerra, especialmente la antisubmarina[5].

Si proyectamos nuestra perspectiva hacia dicho futuro, considerando los avances actuales en robótica e inteligencia artificial, surgen inevitablemente algunas preguntas preguntas: ¿cuáles son los desafíos que enfrentarán los especialistas en guerra ASW de aquí a unas décadas? ¿Cómo ha evolucionado su papel? ¿De qué medios deberán disponer para cumplirlo con garantías? A través de una breve revisión de las fragatas F-110 y un análisis de lo que está por venir en cuanto a guerra ASW, intentaremos ofrecer respuestas a estos interrogantes.

En una nueva era de acústica submarina ultrasilenciosa, ya es hora de que la Armada revitalice una capacidad esencial que ha sido pasada por alto desde la Guerra Fría. Es ahí en donde entra en juego el sistema CAPTAS (del inglés Compact Active/Passive Towed Array Sonar) que montarán las fragatas F-110 y que representa una mejora significativa en la familia de sensores activos multiestáticos. Trataremos de completar así otro artículo, escrito en su día para esta misma publicación por Christian D. Villanueva López [6], en este caso poniendo el acento tanto en el papel que una empresa nacional -SAES- juega en el diseño y desarrollo de los sistemas a integrar en las fragatas F-110, como en la relación entre estos y las prometedoras capacidades antisubmarinas de las que dispondrán.

Fragatas F-110: un programa imprescindible

Las fragatas F-110 o clase Bonifaz[7] supondrán al erario público una inversión prevista de casi 5.000 millones de euros. Su proceso de producción está programado desde 2019 hasta 2032, habiéndose previsto -por el momento- la construcción de un total de 5 fragatas, la primera de las cuales deberá entrar en servicio para 2028. Navantia, como contratista principal, juega un papel destacado en la materialización de este proyecto[8].

No son pocos los que han criticado la reducción de 6 a 5 unidades al pasar de la clase Santa María a la clase Bonifaz. Ahora bien, hemos de recordar cómo el Dr. Jerry Hendrix nos decía recientemente que el número de barcos que tiene un país no es lo único indicador que debemos mirar. Al fin y al cabo, el poder marítimo va más allá del simple número de cascos y debemos considerar otros factores como el tipo de buques, su adiestramiento, la sofisticación de sus sensores y la letalidad de sus armas.

En relación con lo anterior, en las últimas décadas, la flota naval estadounidense y el resto de la OTAN han experimentado una significativa disminución, iniciada en los años 1990 con recortes a la industria naval y reducciones en la financiación de defensa tras el final de la Guerra Fría[9] y el cobro de los famosos «dividendos de la paz».

Número de altas de unidades en China y EE. UU. Fuente - Hendrix
Número de altas de unidades en China y EE. UU. Fuente – Hendrix.

España, consciente de la necesidad de dotarse de buques cada vez más capaces, pero también de la importancia de la soberanía industrial, ha apostado por desarrollar su propia industria naval, diseñando buques que sí supongan un empujón a nuestro poder marítimo, tanto por lo que implica que engrosen nuestros arsenales como por lo que se refiere a la base tecnológica e industrial de la defensa, dado el valor añadido el y exponente de la marca España en el mercado internacional que conllevan.

No ha sido una decisión tomada al azar. La Agencia Europea de Defensa (EDA en sus siglas en inglés) ha publicado recientemente un análisis en profundidad sobre el impacto de las tendencias mundiales, de capacidades y tecnológicas a largo plazo en el ámbito de la defensa titulado “Enhancing EU Military Capabilities beyond 2040”[10]. Este documento de la EDA identifica las tendencias clave que determinarán los requisitos de capacidad y los avances tecnológicos en los próximos 20 años y más allá. Las principales tendencias identificadas incluyen la conectividad multidominio, la superioridad cognitiva, y otras tecnologías que estarán presentes en la F-110. También se destaca como tendencia clave la adaptabilidad de las fuerzas armadas para utilizar una mentalidad de defensa tanto analógica como digital que permita acomodar las plataformas militares heredadas a los avances tecnológicos.

En este sentido, el desarrollo de la fragata F-110 es el principal programa de armamento en curso en la defensa española, representando un proyecto único para la construcción naval nacional con un considerable potencial de comercialización[11]. Este proyecto es esencial para mantener las capacidades navales de España, ya que incorpora un índice de tecnología nacional sin precedentes desde los años setenta. Así, las fragatas F-110 ofrecen una opción de alta tecnología en un momento clave del sector naval militar, dado que muchos países necesitan sustituir buques de la misma clase. Y es que no debemos olvidar que el éxito previo de las fragatas españolas en Noruega y Australia respalda las perspectivas internacionales de la futura nave. La F-110, se presenta como un buque multimisión de última generación, aprovechando el impulso de la industria naval española hacia la modernidad, con la implementación de nuevos conceptos, como “Astillero 4.0”, “Arsenal Inteligente” o un nuevo modelo de Apoyo Logístico en la Armada, que implica la digitalización de muchos de los procesos organizativos y del ámbito logístico en la Armada.

Además de satisfacer las necesidades de la Armada y ofrecer una oportunidad comercial significativa, se espera que la F-110 genere ingresos sustanciales para la economía española, estimándose una inyección de 590 millones de euros anuales al PIB. Pero además de cubrir las necesidades de la Armada con un buque multimisión de nuevo cuño y conformar un desarrollo de innegable oportunidad comercial, la F-110 constituye un salto tremendo en capacidades acústicas y reducción de firma.

Esta fragata, igual que sus predecesoras, se está construyendo en Ferrol, núcleo principal del corredor industrial del norte. Según la Estrategia Industrial de Defensa 2023, las sedes del sector en España se agrupan en tres grandes corredores industriales; el corredor Norte, el corredor Centro-Mediterráneo y el corredor Sur.

Corredores industriales de Defensa. Fuente - Ministerio de Defensa
Corredores industriales de Defensa. Fuente – Ministerio de Defensa.

El corredor norte, que se extiende a lo largo de la cornisa cantábrica hasta Zaragoza, posee capacidades significativas en diversas áreas. En la región noroeste, destaca un centro naval con énfasis en la ría de Ferrol, especializado en el diseño y la producción de buques, especialmente fragatas como las F-110.

Estos programas no solo impulsan el sector naval, sino que también generan efectos positivos en todas las empresas del subsector. Además del centro naval, la zona noroeste también cuenta con notables capacidades en la producción de vehículos terrestres, siendo esta capacidad un punto destacado también en el centro norte peninsular.

En los últimos 50 años, la Armada española ha experimentado una evolución significativa en la adquisición de sus unidades, pasando de obtener buques excedentes de la marina de los Estados Unidos a la actualidad, donde diseña conceptualmente sus propias embarcaciones para que la industria naval española las desarrolle y construya.

El programa F-110 representa la continuidad de este proceso, destacándose como una fragata avanzada tecnológicamente y versátil, diseñada para operar en diversos escenarios navales, especialmente en guerra antisubmarina y en aguas litorales. La fragata se posiciona como un elemento clave en la Fuerza Naval del siglo XXI, cubriendo las necesidades operativas de la Armada y contribuyendo a la defensa de España y, todo ello, con un alto nivel de nacionalización en todos sus sistemas, integrando a fabricantes y suministradores desde el inicio del proceso de diseño para mejorar su futuro sostenimiento y ciclo de vida. La Armada, además, ve este programa como una oportunidad para desarrollar el concepto de Apoyo Logístico 4.0, utilizando tecnologías de la información para establecer un mantenimiento basado en la condición, así como el uso de reglas expertas para el impulso del mantenimiento predictivo.

Esquema del futuro "gemelo digital" de las fragatas F-110. Fuente - Armada
Esquema del futuro «gemelo digital» de las fragatas F-110. Fuente – Armada.

El Programa F-110 nos permitirá disponer de una serie de buques de superficie equipados con sistemas de armas de última tecnología y altas prestaciones, contando con última tecnología en guerra antiaérea (AAW, de sus siglas en inglés), ASUW y ASW, y con capacidad para abarcar otras misiones mediante el uso de módulos de misión. Todo ello en cumplimiento de los requisitos operativos definidos por la Armada y refrendados por el Estado Mayor de la Defensa (EMAD).

Estas fragatas no solo sirven para cumplir con las exigencias de defensa del espacio marítimo nacional, sino que también permiten asumir compromisos en misiones conjuntas dentro de las organizaciones internacionales a las que España pertenece, especialmente la OTAN y la UE. Esto asegura la disponibilidad de capacidades navales de un alto nivel cualitativo, también promueven un alto nivel de interoperabilidad con los buques de naciones aliadas como veremos más adelante, cuando hablemos del multiestatismo.

Dicho esto, son dos los objetivos principales del Programa F-110: proporcionar a la Armada un escolta que fortalezca los compromisos de seguridad compartida con los aliados y aumentar las capacidades del sector industrial de defensa, generando riqueza y empleo a nivel nacional. En el caso específico de las F-110, se busca mejorar la nacionalización de equipos, desarrollando once programas tecnológicos desde 2015 para garantizar la viabilidad y madurez de las tecnologías, antes de su incorporación al buque.

El reto no es menor. Como en su día ocurriera con la integración del sistema de combate Aegis o de los radares SPY-1D de las F-100, en las F-110 la inclusión de un radar multifunción 3D en banda S y la integración acústica de la suite Sónar se presentan como los dos mayores desafíos técnicos, siendo claves ambos para la defensa antiaérea y antisubmarina del sistema de combate.

Reparto de responsabilidades en la suite sónar de las fragatas F-110. Fuente - SAES
Reparto de responsabilidades en la suite sónar de las fragatas F-110. Fuente – SAES.

Para mitigar riesgos, se ha buscado la colaboración con Lockheed Martin y Thales, socios tecnológicos de referencia. En el caso concreto de la suite sónar, que abordaremos más adelante con más detalle, SAES ha suscrito un contrato con Thales que abarca la fabricación de parte del equipamiento del sonar de casco, así como la integración y pruebas de los sonares de casco y profundidad variables de las últimas tres fragatas F-110 de la Armada. Este acuerdo, con una duración de 10 años, representa el segundo contrato de mayor entidad firmado por SAES en si historia, siendo el primero relacionado con los submarinos españoles S-80. El respaldo de Thales y Navantia, accionistas de SAES, fortalece la posición de la empresa como referente en electrónica y acústica submarina en el ámbito de la defensa en España, permitiendo a SAES participar activamente en programas navales de gran relevancia, como los citados[12].

Volviendo sobre las fragatas F-110, incorporarán numerosas novedades respecto a las unidades actualmente en servicio.

  • En primer lugar, a pesar de ser un escolta multipropósito, se potenciará su capacidad de guerra antisubmarina, con equipos de sónares y sonoboyas de última generación, abordando así una capacidad actualmente deficitaria en la Armada.

  • En segundo lugar, los sensores de las fragatas F-110 mostrarán un mayor grado de nacionalización en comparación con las unidades anteriores. La implementación de programas de I+D+i desde 2015 ha permitido a la industria nacional diseñar y fabricar equipos tecnológicamente avanzados, especialmente adaptados para optimizar el rendimiento de las fragatas en entornos litorales, que pueden ser más complejos debido a la proximidad de la costa.

  • Adicionalmente, las F-110 contarán con un espacio multimisión que posibilitará la adopción de perfiles variados según la misión asignada. Este espacio permitirá el embarque de sistemas remotamente tripulados aéreos, de superficie o submarinos; contenedores para alojamiento, oficinas o material; embarcaciones adicionales a las dos orgánicas; sistemas de buceo y unidades de guerra naval especial, entre otros recursos.

En total, se han diseñado 17 configuraciones de carga posibles para este espacio, destacando su versatilidad y amplias posibilidades. Además, se incorporará un sistema de manejo de cargas que garantizará su autonomía sin depender de apoyos externos.

Espacio multimisión en las fragatas F-110. Fuente - Armada
Espacio multimisión en las fragatas F-110. Fuente – Armada.

El papel de SAES en las fragatas F-110

La Armada necesita plataformas de guerra antisubmarina de nuevo cuño e innovadoras para defenderse de la sigilosa y potente amenaza de los submarinos convencionales que están fabricando tanto Rusia como China, así como de los que, cada vez más capaces, encontramos en manos de otras potencias navales en el mismo Mediterráneo.

SAES destaca como la única empresa en España con competencias destacadas en cuando a sónares y acústica submarina. Sus soluciones incorporan sensores de alto rendimiento y tecnología avanzada en procesamiento de señales, ofreciendo eficacia, seguridad y precisión en las operaciones submarinas y antisubmarinas. Con una presencia internacional consolidada, es una colaboradora clave en los principales programas navales no solo de nuestro país, sino de una parte sustancial de los de nuestros socios.

Su participación integral en el Programa F-110 viene respaldada mediante su capacidad tecnológica, desarrollos propios, especialización en acústica y experiencia sólida en programas navales de envergadura. Dentro del mismo, contribuye con el sistema de procesamiento acústico de sonoboyas  (SAS),  el  sistema  de  gestión  acústica  (AMS),  la  modelización  y actualización de la firma eléctrica estática y alterna del barco.

Desarrollos que son posibles, además de gracias a las propias capacidades de la empresa, a la firma de un acuerdo con Thales en el marco de un programa de transferencia de tecnología, asociado al suministro de la suite de sonares. La empresa gala anunció, en diciembre de 2019, que suministraría los sónares y sistemas acústicos para las cinco fragatas F-110. Los componentes clave del conjunto integrado son los sónares BlueMaster (UMS-4110) y CAPTAS-4-Compact, el sistema de comunicaciones submarinas TUUM-6 y el sistema acústico digital BlueScan, ya en servicio en otras marinas europeas.

Esquema de trabajo de BlueScan. Fuente - Thales
Esquema de trabajo de BlueScan. Fuente – Thales.

El CAPTAS-4-Compact y el BlueMaster, así como el sistema acústico digital BlueScan, se integrarán a través del SCOMBA-F110 de Navantia Sistemas y permitirán realizar simultáneamente misiones de vigilancia, búsqueda y protección marítima en cualquier teatro de operaciones. Es capaz de gestionar grandes volúmenes de datos de sónar procedentes de diferentes plataformas para proporcionar así una visión completa de la situación acústica en tiempo real. Para ello, aprovecha las tecnologías de análisis de macrodatos e inteligencia artificial aportando a las fuerzas navales una ventaja táctica.

El acuerdo abarca desde la fabricación de los cinco sónares de casco de las fragatas, al desarrollo de software de procesamiento sónar y la posterior integración de la Suite Sónar, pasando por los posteriores servicios de ajuste, pruebas y la formación de la dotación.

Funcionamiento del sistema BlueScan. Fuente - Thales
Funcionamiento del sistema BlueScan. Fuente – Thales.

Como quiera que adquirir las habilidades necesarias para llevar a cabo estas actividades no es sencillo, se está llevando a cabo una transferencia de conocimientos y tecnología, conforme al Plan de Transferencia Tecnológico establecido entre Thales y SAES. Plan que implica además dotar a la empresa española de nuevas herramientas e instalaciones y que permitirá el desarrollo de nuevas competencias industriales, la creación de empleos altamente cualificados, generar a su vez puestos de trabajo en empresas proveedoras locales dada la capacidad de arrastre, la adquisición de tecnologías acústicas de última generación en sónares, y la obtención de conocimientos aplicables en futuros contratos a nivel internacional.

Como parte de esta transferencia, se diseñó una nueva infraestructura de fabricación en 2020, la cual fue construida en las instalaciones de SAES en La Palma (Cartagena). Estas nuevas instalaciones que abarcan 400 m2, incluyen talleres de fabricación especializada, laboratorios de medida, equipos de fabricación industrial y equipos electrónicos de medida. Estas obras fueron completadas en octubre de 2022, y son un recurso vital para los procesos de fabricación de los sensores acústicos, responsabilidad de SAES.

Proceso de adecuación de las infraestructuras de SAES. Fuente - SAES
Proceso de adecuación de las infraestructuras de SAES. Fuente – SAES.

Volviendo sobre la suite integrada, esta incluye componentes clave como los sónares BlueMaster (UMS 4110) y el CAPTAS-4-Compact, junto con el sistema de comunicación submarino TUUM-6 y el sistema acústico digital BlueScan, este último ya en uso en otras marinas europeas. No es un asunto menor, en tanto más allá del éxito que estos sistemas han tenido en otras latitudes, el hecho de que sean de uso generalizado permite maximizar la interoperabilidad y, con ello, las posibilidades de localizar submarinos enemigos.

Vemos por ejemplo que el sónar de profundidad variable o VDS (del inglés Variable Depth Sonar) es similar al escogido para las nuevas fragatas que está construyendo Francia para marinas como la griega, y el sónar de casco es el mismo que montan algunas versiones de las fragatas francesas e italianas tipo FREMM. La gran ventaja es que, a diferencia de lo que han hecho otros estados, que actúan simplemente como clientes, SAES participa en toda la integración de la suite sónar, asegurándonos la presencia de la industria nacional en algo tan complejo como es la acústica submarina.

Reparto de las responsabilidades de la suite sónar. Fuente - SAES
Reparto de las responsabilidades de la suite sónar. Fuente – SAES.

Principales sensores acústicos de las fragatas F-110

Veamos a continuación los tres principales elementos, empezando por el sónar de profundidad variable o VDS, concretamente el modelo CAPTAS‐4 Compact Dependant C4CD (en sus siglas en inglés)[13].

En las últimas cuatro décadas, los sónares activos de baja frecuencia con profundidad variable han destacado por su excelencia operativa en diversas condiciones ambientales y perfiles batimétricos. Estos sistemas han demostrado ser altamente efectivos en la detección, localización y clasificación de submarinos, especialmente aquellos cada vez más sigilosos.

La familia de sónares CAPTAS fueron pioneros en este ámbito y actualmente se mantienen como líderes indiscutibles en el mercado. Con más de 80 sistemas en construcción o en servicio, los distintos productos CAPTAS son solicitados por las principales marinas del mundo debido a su rendimiento y confiabilidad excepcionales.

Imagen del cuerpo del sonar CAPTAS-4. Fuente - Thales)
Imagen del cuerpo del sonar CAPTAS-4. Fuente – Thales).

El programa inicial planteó la instalación de plataformas con un sónar activo/pasivo de baja frecuencia en la proa, una matriz pasiva remolcada de baja frecuencia y un complemento activo derivado del sistema ATAS (del inglés Active Towed Array Sonar). Sin embargo, durante el desarrollo, el concepto cambió dando lugar a una matriz remolcada híbrida activa/pasiva que incorpora componentes de desarrollos anteriores.

El CAPTAS-4 consta de un cuerpo remolcado con dos módulos: un transductor activo omnidireccional bajo la proa del cuerpo y una aleta vertical grande que alberga los receptores activos, habiendo sido actualizado en el marco del programa Spearhead. El sistema transmite a frecuencias más bajas para aprovechar la propagación del sonido y despliega el cuerpo remolcado a la profundidad óptima para detectar y rastrear objetivos. Opera junto con una matriz pasiva remolcada[14].

El CAPTAS-4 equipa fragatas antisubmarinas de primer nivel, como las británicas Tipo 23 y 26, las FREMM francesas e italianas, las F-110 españolas, las Tipo 23 chilenas. Por si esto no fuese poco, se espera también que equipe en el futuro a nuevas plataformas, como las fragatas Hunter de la Marina Australiana.

Si bien el CAPTAS-4 ha mostrado en todo momento un rendimiento sobresaliente, Thales reconoció que su peso total y su compleja instalación suponían un obstáculo para su venta, apostando por desarrollar un sistema más liviano y susceptible de instalarse en buques de menor porte. El trabajo para llegar al CAPTAS-4-Compact comenzó en 2013 permitiendo finalmente disponer de un sensor de alto rendimiento pero aun así adecuado para su instalación en fragatas de tamaño mediano.

No fue una tarea sencilla, pues implicó identificar aquellos aspectos que podrían reducir el tamaño y el peso del conjunto, sin implicar una pérdida en términos de rendimiento. Por ejemplo, el sistema de compensación y la longitud del cable de remolque. Como consecuencia del trabajo de los ingenieros de la empresa, tenemos que la configuración Compact ha reemplazado al CAPTAS-4 original, que su huella se reduce a la mitad y su peso ha disminuido en un 20%, manteniendo sin embargo el rendimiento.

Fragata "Amiral Ronarc'h" en Lorient. Fuente. Naval Group
Fragata «Amiral Ronarc’h» en Lorient. Fuente. Naval Group.

El CAPTAS-4-Compact experimentó su primera venta con éxito en 2017 para el Programa francés de fragatas de defensa e intervención FDI (del francés Frégate de Défense et d’Intervention). El segundo cliente fue España, cuando seleccionó la versión de remolque dependiente para su programa de fragatas F-110, que será posible gracias al acuerdo entre Thales y SAES. El tercer cliente fue Grecia, quien también se decantó por las FDI galas en 2022.

No son, en cualquier caso, los únicos miembros de una familia que no ha dejado de crecer con variantes como el CAPTAS-2, que busca un equilibrio óptimo y es utilizado en fragatas de tamaño intermedio. También el CAPTAS-1, diseñado específicamente para corbetas y patrulleros y que está logrando un importante éxito internacional[15]. Por último, tenemos al CAPTAS-Nano, que representa una alternativa rentable al sónar tradicional montado en el casco y puede instalarse incluso en buques con un desplazamiento de sólo 400 toneladas o, mejor aun, en contenedores para barcos de oportunidad[16].

Lo importante, para lo que nos concierne, es que las soluciones CAPTAS comparten el mismo pedigrí tecnológico basado en excelentes sensores acústicos, testados y probados en el mar. Lo mismo ocurre con los módulos electrónicos y el software. Esto implica que cualquier mejora que afecte a uno de los productos de la gama beneficia a toda la familia, permitiéndole a cada miembro de la familia estar a la vanguardia de la tecnología en todo momento[17].

Tabla comparativa de los sistemas Captas-2 y CAPTAS-4. Fuente - Thales
Tabla comparativa de los sistemas Captas-2 y CAPTAS-4. Fuente – Thales.

Pasando al sónar de casco, se trata de una variante del UMS-4100, el UMS-4110. Se trata de un sónar de casco cilíndrico que va montado en proa y funciona a baja frecuencia, por lo que presenta detección de rebote de fondo de largo alcance o incluso de zona de convergencia. Ha sido desarrollado a partir del TSM-2633 Spherion y se conoció originalmente como Spherion Mk 3. Es un sónar panorámico de media frecuencia que utiliza un conjunto de transductores cilíndricos de 48 arrays alojados en un bulbo bajo la proa. Su frecuencia de transmisión es de 4,5 kHz, con una longitud máxima de impulso de cuatro segundos.

La familia de sónares UMS-4100 sustituye, como decíamos, a la serie original TSM-26, incorporando elementos de los sistemas TSM-25 Spherion, DUBV-23 y Type 2050 de la Royal Navy. Esta familia modular ofrece adaptabilidad a diversos requisitos operativos, situándose dentro de un triángulo conceptual formado por el DUBV-23, el Spherion y el Tipo 2050.

La parte seca del sistema UMS-4110 incluye el módulo transmisor/receptor y un subsistema informático de tratamiento de datos y análisis de señales, así como interfaces con las pantallas de armas, control de tiro y operaciones tácticas del buque. Los miembros de la familia comparten un receptor y un procesador de señales.

Esto permite una detección y un seguimiento comunes, pero no la formación de haces, debido a las diferencias en los transductores utilizados. Todas las versiones son automáticamente activas y pasivas debido al uso de la formación del haz en recepción. Las funciones del sónar son detección activa para ASW, pasiva para aviso de torpedos y activa para detección de minas y obstáculos.

Las pantallas incluyen un gran visor panorámico para las funciones de búsqueda; un visor de aumento y un visor Doppler para las operaciones de ataque; lectura digital de los datos de marcación, alcance y velocidad del blanco; un canal de audio; y un indicador para mostrar los resultados de las pruebas del sistema.

El UMS-4110 dispone de los siguientes modos de funcionamiento: vigilancia panorámica, vigilancia sectorial, vigilancia pasiva, ataque por barrido y ataque por reflector. Está diseñado para escoltas de tamaño medio o grande y tiene un nivel de potencia alto a una frecuencia relativamente baja, proporcionando vigilancia ASW panorámica. Además, emplea varias configuraciones de transmisión, lo que permite operar con dos buques en la misma zona. Por último, el sistema puede integrarse con el sónar de profundidad variable CAPTAS para obtener un potente imagen sónar del escenario ASW.

Paralela a la serie UMS-4100 de sónares montados en el casco se encuentra la familia UMS-4200 de sónares remolcados. Se trata también de una familia modular, aparentemente derivada de la británica Tipo 2087 y la francesa DUBV-61, con, según se cree, importantes aportaciones de la australiana Kariwara.

Imagen de un sonar 2087 en una fragata Type 23. Fuente - Jane's
Imagen de un sonar 2087 en una fragata Type 23. Fuente – Jane’s.

Pasando al tercer elemento, tenemos al sistema de procesamiento acústico de sonoboyas. El sistema SAS, en el caso de las fragatas F-110, que suministra la española SAES y que será responsable de gestionar todas las funciones relacionadas con las sonoboyas tanto desplegadas desde el propio buque como desde el helicóptero orgánico que porte.

La integración del SAS con el sistema de combate de la fragata permitirá recibir datos cruciales, como información de navegación, datos tácticos, seguimientos y tiempo, así como enviar información táctica sobre los objetivos detectados. Además, se establecerá una interfaz con el helicóptero para procesar y controlar las sonoboyas recibidas a través de esta plataforma aérea.

Las capacidades del SAS abarcarán diversos aspectos clave. En primer lugar, se integrará con SCOMBA, facilitando funciones como la gestión de contactos, clasificación, predicción, estado y audio. Además, el sistema posibilitará el procesamiento de sonoboyas, ya sea aquellas recibidas directamente en el barco o a través del enlace con el helicóptero. Otra función destacada será la capacidad de configuración remota de sonoboyas, brindando una mayor flexibilidad operativa.

El SAS de SAES también se destacará por su capacidad de detección automática y seguimiento de contactos, así como por ofrecer opciones de entrenamiento a bordo, tanto de forma integrada como aislada. Por otra parte, incluirá funciones como la grabación de datos tácticos y análisis post-misión. Estas capacidades integradas proporcionarán a la fragata una sólida capacidad en la detección y gestión de amenazas submarinas, pero también a nuestros marinos el ir aprendiendo de cada uso, gracias a la posibilidad de analizar los datos recolectados.

Por último, nos encontramos con el sistema AMS (Sistema de Gestión Acústica) de las futuras fragatas F-110, que desempeñará un papel crucial al fusionar la información táctica de las sonoboyas y los dos sónares. El AMS incluirá funciones como clasificación de detecciones, localización de áreas probables de contacto, gestión de datos ANM y batimétricos, operación multiestática, predicción de prestaciones y grabación de datos de audio. Además, se integrará con otros sistemas, como SCOMBA y Suite Sonar, permitiendo la fusión de mapas de energía en un plot geográfico del buque.

Integración del subsistema SAS en SCOMBA. Fuente - SAES
Integración del subsistema SAS en SCOMBA. Fuente – SAES.

Para finalizar con el tema de los sensores, y en relación con lo explicado hasta ahora y con las capacidades de los sistemas elegidos para las fragatas F-110, cabe señalar que, a principios de 2020, dos fragatas FREMM de la Marine Nationale gala, ambas equipadas con CAPTAS-4 y helicópteros ASW NH90 con sonoboyas FLASH, fueron distinguidas por la US Navy con el prestigioso premio “Hook’em Award”, en reconocimiento a su capacidad para detectar y rastrear amenazas submarinas[18]. Así, la «Provence» y la «Languedoc», operadas bajo el mando táctico de la CTF 473, demostraron unas capacidades ASW excepcionales durante unas maniobras conjuntas en el Mar Mediterráneo, lo que les valió su merecido reconocimiento.

Este galardón, que es de todo menos anecdótico, anticipa que la serie de sónares de Thales continuarán cosechando éxitos en todo el mundo. Todo lo cual permitirá a SAES, gracias a las transferencias tecnológicas, pero también a sus desarrollos propios la empresa española como un actor destacado en el mercado de exportación durante los próximos años.

Premio a las fragatas "Languedoc" y "Provence". Fuente - US Navy
Premio a las fragatas «Languedoc» y «Provence». Fuente – US Navy.

Las fragatas F-110 y el multiestatismo

Los avances en la reducción de la firma acústica de los submarinos contemporáneos, junto con el aumento del tráfico marítimo y el consiguiente incremento del ruido ambiental, han generado la necesidad de desarrollar sónares activos de baja frecuencia. Estos últimos, capaces de incrementar la energía de la señal y discriminar blancos, operan a frecuencias inferiores a un kilohercio, requiriendo la separación de la antena receptora de la transmisora y la sincronización entre ambas.

Surge así el concepto de biestatismo, que constituye el tema central de este trabajo. En términos simplificados, un sistema sónar multiestático implica una o varias plataformas emitiendo y una o varias recibiendo la emisión reflejada por el objetivo buscado[19]. La futura guerra antisubmarina litoral requerirá disponer de una amalgama de sensores interconectados, vehículos no tripulados y plataformas convencionales que cooperen en el mismo espacio y al mismo tiempo[20].

No obstante, ¿son compatibles cualquier emisor y receptor? Examinemos las características fundamentales que deben cumplirse para el correcto funcionamiento del sistema. Las frecuencias sónar, la forma de onda, y otros aspectos deben ser compatibles entre emisores y receptores[21]. Esto permite identificar la onda reflejada, diferenciarla de la radiada y procesarla adecuadamente para obtener la posición del blanco.

Los elementos del sistema deben estar enlazados para obtener un área de posiciones probables del contacto al medir el tiempo y el desfase angular entre el ping sónar directo del emisor y el reflejado por el eco del contacto. Problemas como la sensibilidad, los tiempos de transmisión, el posicionamiento de los receptores, la diferencia de velocidad del sonido en el agua entre emisores y receptores, el posicionamiento relativo del contacto y los actores del sistema multiestático, entre otros, deben abordarse mediante un procesamiento de señal que permita obtener soluciones fiables de la posición real del contacto.

Recepción desde diferentes sensores multiestáticos. Fuente - CMRE
Recepción desde diferentes sensores multiestáticos. Fuente – CMRE.

Emitir con sónares de baja frecuencia en un entorno litoral implica enfrentarse a numerosos contactos y falsos ecos, motivados por multitud de factores, desde la propia orografía a la fauna marina y el mayor tráfico marítimo. Para discriminar la señal buscada del resto, se debe llevar a cabo un proceso de seguimiento de las señales en el umbral de detección. Esto implica desestimar los ecos que describan trayectorias no válidas o incoherentes con un contacto submarino, mejorando así la capacidad de seguimiento del blanco.

El multiestatismo se encuentra en fase de experimentación y desarrollo por algunos países de la OTAN, incluyendo Francia, Italia, Estados Unidos y Reino Unido[22]. Estos países emplean sónares activos de baja frecuencia (LFAS) en diversas plataformas. Los receptores deben ser compatibles con los parámetros sónar de los emisores, abarcando desde buques de superficie hasta submarinos, helicópteros con VDS sonoboyas pasivas y sensores acústicos de fondo[23].

Los enlaces de comunicación son vitales para el éxito del sistema en red. El enfoque del CMRE (Centre for Maritime Research and Experimentation) de la OTAN en sus experimentos para la fusión y el seguimiento de contactos, ha demostrado que las comunicaciones (tipo UHF) se desvanecen a medida que aumenta la distancia entre los nodos. De ahí que surja la necesidad de constituir redes tolerantes al retardo, un principio que se utiliza tanto para las comunicaciones por encima como por debajo del agua[24].

La integración de diversas plataformas confiere versatilidad y ventajas a estos sistemas, como un aumento en el área de búsqueda y la probabilidad de detección. La capacidad de realizar emisiones desde receptores permite ampliar aún más la detección, aunque a costa de revelar la posición de la unidad. En experimentos, se ha demostrado la eficacia en campos con sonoboyas activas y pasivas, siendo desplegables por medios aéreos y económicamente rentables.

Además, estos sistemas permiten a las unidades receptoras detectar, localizar, hacer seguimiento, clasificar y perseguir submarinos enemigos sin delatar su posición. Esto reduce reverberaciones e interferencias, mejora la capacidad de seguimiento y facilita la clasificación de contactos. Asimismo, negar información acústica al enemigo dificulta su capacidad de evasión y contramedidas.

Sin embargo, existen desventajas y complejidades asociadas al multiestatismo. Las zonas ciegas, la necesidad de conocimiento preciso de la posición del emisor, comunicaciones fiables y seguras entre unidades, y la posibilidad de aprovechamiento enemigo de las emisiones son desafíos a superar. Además, la integración a nivel OTAN requiere bases de datos y parámetros estándar[25].

En el contexto de la Armada, las fragatas F-110 serán las primeras unidades en contar con esta capacidad, gracias en gran medida al papel de SAES. En este sentido, el sistema de gestión acústica AMS desempeña diversas funciones cruciales, asegurando una gestión eficaz de los datos tácticos y acústicos y clasificando las detecciones proporcionadas por sonoboyas y sónares. En las fragatas F- 110, la instalación de todos los procesadores en una plataforma única simplifica el multiestatismo al contar con la misma referencia temporal y comunicaciones por cable, con la excepción de las sonoboyas, que se reciben a través del enlace de datos.

Para ello, los contactos identificados pueden ser comparados con una base de datos de inteligencia acústica con el fin de lograr una clasificación precisa. Estos datos de clasificación se almacenan de manera compatible con otras plataformas españolas, como el submarino S-80, gracias a la comunalidad del software proporcionado por SAES, el cual también está desarrollando la herramienta EDIA para la explotación de datos de inteligencia acústica.

Además, el sistema de gestión acústica facilita la localización de áreas probables de detección mediante gráficos de ploteo geográfico o multiestático. Estos gráficos se generan a partir de datos de modelos de propagación acústica y detecciones recibidas, fusionándose en el sistema de gestión acústica. Esto permite al operador acústico generar seguimientos acústicos basados en dichos ploteos.

Ejemplo de sonoboya y VDS. Fuente - SAES
Ejemplo de sonoboya y VDS. Fuente – SAES.

El sistema también se encarga de gestionar los datos batimétricos provenientes del sistema acústico de sonoboyas SAS, también de SAES, así como de los datos batimétricos adquiridos desde la unidad bati. Estos datos se almacenan y gestionan eficientemente en una base de datos administrada por el sistema de gestión acústica.

Otra función destacada del sistema de gestión acústica de la operación multiestática entre las sonoboyas y el sónar del propio barco. Esto implica la creación de redes multiestáticas, para la gestión de sonoboyas en estas redes, la sincronización del procesamiento de las sonoboyas con la emisión de pings, y la predicción de prestaciones monoestáticas y multiestáticas para optimizar la configuración de red y la detección[26]. Además, el sistema de gestión acústica permite la grabación de datos de audio recibidos por la suite sonar durante la misión.

El intercambio de datos tácticos y acústicos entre los sensores es esencial para una coordinación eficiente[27]. Entre las otras capacidades del sistema de gestión acústica se incluyen la integración con el sistema de combate SCOMBA para gestionar contactos, clasificación, predicción, estado y audio, así como la integración con la Suite Sónar para manejar los parámetros del sónar para clasificación y grabación de contactos. También realizará el procesamiento de señales de sonoboyas, sónares, clasificación de contactos, gestión multiestática, ACINT y datos mediambientales (batimetría, ruido ambiente, fondo, estado de la mar, etc.), así como las herramientas de planificación acústicas y multiestática.

Por último, el sistema de gestión acústica mostrará los niveles de energía detectados por todos los sensores que interviene en la operación antisubmarina a bordo de la fragata (sonoboyas, sónares y sensores de ruido) sobre una presentación cartesiana geográfica, de modo que los niveles de energía se fusionan con el resto de información táctica (detecciones, seguimientos, herramientas, etc.).

SensorSistemas que trabajan de forma multiestática
Sonoboyas a través receptor fragatala fragata recibe las sonoboyas sintonizadas en su receptor de sonoboyas VHF. Se incluyen sonoboyas como DICASS, CAMBS, DIFAR y LFA. Puede controlarse la emisión de pings de las sonoboytas.
Sonoboyas a través del helicóptero orgánicoEl helicóptero recibe las señales de las sonoboyas sintonizadas en su receptor y las retransmite hasta la fragata donde son procesadas por SAS. Puede controlarse la emisión de pings de las sonoboyas a través de este enlace con el helicóptero.
VDSSónar CAPTAS-4-Compact de profundidad variable de la fragata.
SASSistema Procesador Acústico de sonoboyas de la fragata. Procesa las señales acústicas de las sonoboyas y envía los datos a AMS para la reconstrucción de la presentación multiestática. Además, comanda la emisión de pings de las sonoboyas.
AMSRealiza la composición de la presentación multiestática a partir de los datos recibidos de los distintos sensores (sonoboyas y VDS O/S). Presenta el resultado del procesamiento multiestático como un mapa de energía superpuesto en el plot táctico.

Explicado lo anterior, la adopción del modo multiestático conlleva una serie de ventajas significativas. Entre ellas se destaca la reducción de las emisiones acústicas, lo que contribuye a mantener un perfil bajo y disminuir la detección. Además, se logra mejorar la localización y clasificación de contactos, aumentando la eficacia en la detección submarina.

La ampliación de la cobertura espacial es otra ventaja fundamental, permitiendo una mayor área de vigilancia. Además, el modo multiestático hace posible mantener encubiertas las plataformas solo receptoras, aportando a la estrategia de sigilo. Aunque el sónar emisor pueda recibir el eco del peor aspecto del contacto, otros receptores pueden captar el eco de un aspecto más favorable.

Los estudios en el marco de la OTAN para desarrollar normas que faciliten la implementación del modo multiestático entre plataformas LFAS demuestran un compromiso continuo con la mejora de estas tecnologías. La exploración de nuevos tipos de señales con modulación compuesta, que permitan una precisión óptima en distancia y Doppler simultáneamente, también representa una vía prometedora para la aplicación del modo multiestático en aguas poco profundas[28].

En conjunto, estas ventajas destacan la importancia y la evolución que va a tener el multiestatismo en la guerra antisubmarina. Ahora bien, nos sitúan también ante la obligación de enfrentarnos a un desafío tecnológico mayúsculo y de hacerlo en tiempo y forma. Por fortuna, como país España cuenta no solo con los recursos, sino también con los activos necesarios para superar el reto.

Características principales de las futuras fragatas F-110. Fuente - Navantia.
Características principales de las futuras fragatas F-110. Fuente – Navantia.

Hablemos del futuro

Las fragatas F-110 tienen prevista su entrada en servicio entre 2028 y 2032. Los trabajos son, sin embargo, muy anteriores. Al fin y al cabo el programa se inició en 2015, contratando programas tecnológicos (PROTEC) clave para desarrollar los sensores principales del buque, incluyendo radar de exploración de superficie, sistema IFF avanzado, sistemas de guerra electrónica (ESM y ECM), sistema IRST y módulos de transmisión/recepción para el radar de exploración aérea. En ese mismo año, se comenzó la ingeniería del sistema SCOMBA para adaptar su configuración a los requisitos de integración de los sensores del sistema de combate de la F-110. Además, también en 2015 se inició la fase de definición del buque con Navantia, culminando en noviembre de 2017 con la aprobación de la configuración base de las fragatas F-110 durante la Revisión de Diseño del Sistema.

Por el momento, como sabemos, está prevista la construcción de cinco unidades, sin perjuicio de que la Armada pueda incrementar la serie, haciéndose con variantes especializadas en otros ámbitos desarrolladas sobre la misma base. Más importante si cabe, hemos de tener en cuenta que el fabricante, así como el resto de empresas implicadas en el programa, tendrá numerosas oportunidades de negocio procedentes del exterior, toda vez que son muchos los países que deben sustituir parte de las fragatas en servicio.

Organigrama del proceso de obtención del Ministerio de Defensa. Autor - Christian D. Villanueva López
Organigrama del proceso de obtención del Ministerio de Defensa. Autor – Christian D. Villanueva López

La posición actual de Navantia en el mercado de fragatas es sólida, siendo estas el producto estrella de la compañía y generando un continuado interés internacional. En este sentido, el desafío para las fragatas F-110 pasa alcanzar el mismo éxito que sus predecesoras, las F-100, constituyéndose como buques operativos, punteros, de calidad y competitivos.

En este marco, los nuevos sistemas aportarán un valor añadido significativo a la capacidad de combate de las fragatas F-110, situándose como una referencia para futuros buques del mismo tipo. Así las cosas, las capacidades antisubmarinas derivadas de la inclusión de sistemas absolutamente vanguardistas será el principal valor añadido de estas fragatas respecto a sus antecesoras. Sistemas como el sonar de casco de media frecuencia y el sonar remolcado de profundidad variable, pero también como el de procesamiento acústico de sonoboyas y de gestión acústica para operaciones multiestáticas, ambos de SAES.

En cuanto a las armas ASW, la F-110 estará equipada con torpedos ligeros antisubmarinos, los MK-54, y mantendrá la capacidad de lanzar los actuales MK-46 en servicio en la Armada. Estos torpedos podrán ser lanzados desde dos montajes situados a bordo, uno en cada banda, así como desde el helicóptero.

Además de los sistemas RPAS (sistemas aéreos remotamente pilotados) que disponga la Armada en el momento de entrada en servicio de las F-110, está previsto que el helicóptero orgánico sea el MH-60R que, si bien no es el diseño más moderno, lo sitúan como uno de los helicópteros de tamaño medio más avanzados en la actualidad. En particular, todos los sistemas a bordo se integran digitalmente y se presentan a demanda de los pilotos en cinco pantallas digitales multifunción, lo que permite personalizar la información según el momento del vuelo y la misión. Los sistemas de guerra antisubmarina y antisuperficie del helicóptero se integrarán con los de la fragata mediante sistemas data link interoperables y un enlace específico para transmitir imágenes del entorno situacional[29].

Infografía de las futuras fragatas F-110. Fuente - Navantia.
Infografía de las futuras fragatas F-110. Fuente – Navantia.

Conclusiones

En los últimos 20 años, el sónar activo de baja frecuencia y de profundidad variable se ha instaurado como sensor preferido para los buques de superficie de las armadas occidentales en la lucha contra submarinos. Su aparición refleja dos dinámicas principales: la eficacia notablemente reducida de los sónares pasivos de matriz remolcada que proliferaron durante la Guerra Fría, atribuible a la combinación de la reducción del ruido submarino y el aumento de las operaciones en regiones litorales caracterizadas por niveles elevados de ruido ambiental; y la madurez alcanzada por las tecnologías (tanto de hardware como de software) necesarias para desarrollar los sistemas multiestáticos.

La disminución en la efectividad de los sónares pasivos contra los modernos submarinos ha llevado a un creciente interés en las virtudes del sónar activo de muy baja frecuencia, especialmente en la forma de una nueva generación de sónares de profundidad variable que combinan transmisores de baja frecuencia y matrices de recepción. Esto, a su vez, ha generado una inversión proporcional tanto a través de la investigación realizados por laboratorios de ciencias y universidades, como de la industria, que ha tratado de convertir nuevas tecnologías y técnicas en productos comercializables.

Un buen ejemplo de ello lo tenemos en el CAPTAS-4 Compact, el cual se integra además con el sonar de casco a través del sistema acústico digital BlueScan. Este sistema permite el procesamiento de información de diversos contactos provenientes de múltiples fuentes para generar una traza única en el sistema de combate, así como obtener una propagación de largo alcance y la capacidad de operar multiestáticamente con otros sensores de baja frecuencia.

Elementos de la Suite Sonar de Thales presentes en la FDI. Fuente - Thales
Elementos de la Suite Sonar de Thales presentes en la FDI. Fuente – Thales.

La parte del multiestatismo, si bien todavía está en sus inicios, es fundamental. Por el momento, se anticipa que los sistemas LFAS operarán en red, utilizando una combinación de LFAS, sonoboyas y vehículos no tripulados. Es por ello que la incorporación de un sistema LFAS multiestático en las F-110 implica un avance significativo en su capacidad ASW, permitiendo una cooperación efectiva con otras plataformas compatibles. La F-110 se posiciona así a la vanguardia de la transformación tecnológica en guerra antisubmarina, beneficiándose de un sistema aún en desarrollo, lo que le brindará la capacidad de mejorar y adoptar tácticas ASW más modernas y aptas para entornos litorales y aguas restringidas.

Con todo, y si bien las prestaciones de los sistemas LFAS son ampliamente apreciadas, el funcionamiento a baja frecuencia presenta sus propios problemas. Estos incluyen el tamaño y peso de los sensores, la direccionalidad, la resolución de ambigüedades, la determinación de la distancia, y la necesidad de contar con una batimetría precisa para garantizar la colocación óptima del sónar en el agua. Además, la mayor probabilidad de operaciones en el litoral presenta problemas de falsas alarmas provocadas por los altos niveles de reverberación en aguas poco profundas. Los métodos aplicados para superar estas dificultades incluyen: cambios en las formas de onda (onda continua, frecuencia modulada y combinadas), nuevas técnicas de procesamiento de señales; transmisión de banda ancha; y un diseño optimizado de la matriz de recepción.

El futuro pasa por seguir avanzando en la integración de los sensores con otros sistemas, bien sean sonoboyas, sensores de fondo, sistemas no tripulados o cualquier otro medio capaz de integrarse en el escenario de lucha antisubmarino gracias a las redes multiestáticas e incluso extrapolarla a otros dominios, creando una imagen en el multidominio con todo tipo de sensores.

Durante la Guerra Fría, las principales marinas del mundo centraron sus esfuerzos de la guerra antisubmarina, especialmente en la detección pasiva de submarinos de propulsión nuclear en aguas abiertas. Este enfoque se beneficiaba de la capacidad del sonido para viajar largas distancias en aguas profundas, con poca atenuación y una interacción mínima con el fondo marino, junto con un tráfico marítimo reducido. Sin embargo, en la última década, la amenaza principal ha evolucionado hacia submarinos muy silenciosos que operan en aguas poco profundas cerca de las costas, aprovechando las condiciones acústicas desafiantes para eludir la detección.

Programa F-110 o clase “Bonifaz”. Fuente - Navantia
Programa F-110 o clase “Bonifaz”. Fuente – Navantia.

En aguas poco profundas, los perfiles de velocidad del sonido con refracción descendente generan interacciones complejas y poco conocidas con el sedimento del fondo marino. Además, el entorno dinámico de aguas poco profundas presenta desafíos adicionales, donde el movimiento de la fuente y las maniobras se convierten en factores significativos. Ante este cambio en la amenaza, las armadas están buscando aprovechar avances tecnológicos y algoritmos de procesamiento, junto con nuevas arquitecturas de sistemas, para extraer información significativa de señales débiles y confusas.

Las áreas de investigación y desarrollo incluyen técnicas activas y pasivas aplicables a diversos tipos de sonares, como los montados en el casco, de profundidad variable, remolcados, submarinos e inmersiones, así como sonoboyas y conjuntos fijos o móviles. Paralelamente, se está trabajando en mejorar el rendimiento de torpedos y otras armas ASW en aguas poco profundas. Los avances abarcan diversas áreas, como nuevos materiales y diseños de transductores, sonares con anchos de banda más amplios, el uso creciente de bajas frecuencias para abordar desafíos en operaciones litorales, operación bíestática/multiestática para mejorar el rendimiento y la adopción de ayudas electrónicas para la toma de decisiones.

Estos avances proporcionan una cartera de tecnologías y técnicas que los desarrolladores pueden aprovechar para satisfacer sus necesidades específicas. También forman parte de un área en la que SAES supone un enorme activo para España por ser la única empresa que trabaja la acústica submarina y es capaz de integrar los mejores sonares del mercado.

Evolución desde las F-100 a las F-110. Fuente - Navantia
Evolución desde las F-100 a las F-110. Fuente – Navantia.

El programa F-110 llega en plena transformación de SAES, empresa inmersa en un proceso de renovación que abarca todas las áreas de la empresa y que tiene la innovación tecnológica como elemento cardinal. Un proceso, además, que se fundamenta en la aplicación de las nuevas tecnologías para lograr una mejora sustancial en los procesos a lo largo de toda la cadena de valor, involucrando al cliente y abarcando desde el nivel de dirección hasta los talleres.

El principal desafío radica en lograr la integración eficiente de los diversos sensores en una única suite, aunque hay razones para confiar en que, también en esto, las fragatas F-110 demostrarán su valía. Además, estarán preparadas para trabajar con el sistema de sonoboyas del futuro avión de patrulla marítima C-295, que estará operativo en España de aquí a unos años y que esperamos sea compatible con el multiestatismo como lo es el P-8 Poseidon de la US Navy.

Mientras esto se concreta, la Armada seguirá beneficiándose de las capacidades de SAES en todo lo relativo a la acústica submarina, de su fuerte compromiso con el talento nacional, respaldado por diversas colaboraciones en cátedras con universidades españolas y de su interés en abarcar nuevas áreas, como ocurre con el programa Perseo. Al fin y al cabo, son muy pocos los países capaces de construir fragatas capaces o submarinos de vanguardia, pero son todavía menos los que pueden integrar sensores acústicos punteros o, como en este caso, los que cuentan con la posibilidad de integrarlos con sus propias soluciones de procesamiento de señales.

Notas

[1] Mills, Walker; Fox, Collin; Phillips-Levine, Dylan y Phillips-Levine, Trevor (2021). Use Emerging Technology for ASW the Navy needs new and innovative antisubmarine warfare platforms to defend against China’s stealthy and potent long-range threat. Proceedings Vol. 147/10/1,424.

[2] Actualmente SAES está trabajando con Navantia y Perseo en unos pequeños drones con forma de glidders que podrán en un futuro colaborar en esta misión

[3] Conte de los Ríos, A. (2022). El futuro de la Armada y la industria de defensa. Revista Ejércitos. Disponible en: https://www.revistaejercitos.com/2022/12/12/el-futuro-de-la-armada-y-la-industria-de-defensa/ (Consulta 29-11-23).

[4] Perfil IDS F-110.

[5] Rodríguez Parada, Maximiliano (2018). Guerra antisubmarina, presente y futuro. Revista de Marina Año 137, Volumen 138, Número 985.

[6] Villanueva, C. (xx). Las capacidades antisubmarinas de las fragatas F-110. Revista Ejércitos. Disponible en:   https://www.revistaejercitos.com/2022/12/29/las-capacidades-antisubmarinas-de-las-fragatas-f-110/ (Consulta 29-11-23).

[7] Supervielle, F. (2022). Ramón de Bonifaz: el nombre que lucirá la F-111 en su costado. Fsupervielle.com. Disponible en: https://www.fsupervielle.com/post/ram%C3%B3n-de-bonifaz-el-nombre-que-lucir%C3%A1-la-f-111-en-su-costado (Consulta 29-11-23).

[8] González del Tánago de la Lastra, Antonio (2018). La fragata F-110, una apuesta de presente y futuro Autores: Localización: Revista general de marina, 274(4), pp. 495-506.

[9] Hendrix, J. (2021). Great Powers Don’t Have Shrinking Navies. Foreign Policy. Disponible en: https://foreignpolicy.com/2021/10/10/us-navy-sea-power-china-decline-military-strategy/ (Consulta 29-11-23).

[10] EDA (2023). Enhancing EU Military Capabilities Beyond 2040. Disponible en: https://eda.europa.eu/docs/default-source/eda-publications/enhancing-eu-military-capabilities-beyond-2040.pdf (Consulta 29-11-23).

[11] González-Aller, J. (2014). Fragata F-110, nuestro futuro. Revista General de Marina, 267(12), pp. 915- 927.

[12] SAES (2019). SAES signs a contract with Thales to provide the Spanish frigates F-110 with sonar technology. Disponible en: https://electronica-submarina.com/2019/12/17/saes-signs-a-contract-with-thales-to-provide-the-spanish-frigates-f-110-with-sonar-technology/ (Consulta 29-11-23).

[13] Dentro de los CAPTAS-4 Compact existen dos modelos según el sistema de remolque sea dependiente o independiente, en el caso de la F-110 es dependiente y de menor envergadura.

[14] Supervielle, F. (2020). CAPTAS-4: el sonar de las futuras fragatas f-110 y la acústica submarina. Disponible en: https://www.revistaejercitos.com/2020/01/02/captas-4/ (Consulta 29-11-23).

[15] Leonardo (2013). Ficha del Combined Active and Passive Towed Array Sonar (CAPTAS). Disponible en: https://www.leonardodrs.com/wp-content/uploads/2023/08/captas_flyer_3_13_update.pdf (Consulta 29-11-23).

[16] Thales (2012). Thales CAPTAS Nano – Effective ASW for the Littorals. Disponible en: https://www.yumpu.com/en/document/read/5214076/thales-captas-nano-effective-asw-for-the-littorals  (Consulta 29-11-23).

[17] Thales (sf). Sonars remorqués Actif/Passif à immersion variable. Disponible en: https://www.thalesgroup.com/fr/marches/defense-et-securite/forces-navales/lutte-sous-mer/bluescan/famille-captas (Consulta 29-11-23).

[18] U.S. Naval Forces Europe and Africa (2022). Disponible en: French Units “Hook” 6th Fleet ASW Award. Disponible en: https://www.c6f.navy.mil/Press-Room/News/News-Display/Article/2230255/french-units-hook-6th-fleet-asw-award/ (Consulta 29-11-23).

[19] Lilley, Ryan (2014). Recapture Wide-Area Antisubmarine Warfare In a new age of ultra-quiet undersea acoustics, it’s high time for the U.S. Navy to revitalize a signature Cold War capability. Proceedings Vol. 140/6/1,336

[20] Scott, R. (2016). Swooping down: Seagull USV concept seeks to even up the undersea battle: IDR. IHS Jane’s International Defense Review, 49(3).

[21] Jubera Domingo, Alejandro (2015). El arco y la flecha. Revista general de marina, 269 (8-9), pp. 345- 356.

[22] Francia muestra un enorme interés en esto siendo de la única que cuenta con una propia estrategia para los fondos marinos. Ver: Soubrier, J. (2021). Les fonds océaniques, un espace stratégique pour les armées françaises. Revue Défense Nationale, HS-4, pp. 125-138

[23] Guzmán Montesinos, Nicolás (2018). Multiestatismo, ¿El Futuro de la Guerra Antisubmarina? Revista de Marina Año CXXXIV, Volumen 135, Número 965.

[24] Been, Robert et Als. (2018). Multistatic Sonar: A Road to a Maritime Network Enabled Capability.

[25] CMRE (2018). The Multistatic Sonar Systems. Disponible en: https://www.cmre.nato.int/news-room/former-achievements/466-multistatic-sonar-systems (Consulta 29-11-23).

[26] Thiele, R. (1999). Multi-static sonar: A new sonar concept. Naval Forces, 20(3), 103-108.

[27] Integrated approach to bistatic/multistatic sonar: IDR. (1999). Jane’s International Defense Review, 032(006), 1.

[28] Scott, R. (2014). UK moves ahead with multistatic active ASW upgrade for merlin: IDR. IHS Jane’s International Defense Review, 47(4).

[29] Annati, M. (2021). Helicopters in anti-submarine warfare. Military Technology, 45(2), 37.

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