El resurgir de la guerra antisubmarina en España

Recuperando las capacidades perdidas y ganando otras nuevas

Imagen virtual del futuro D.5 VIGMA (izquierda) y del P.4 MPA (derecha). Fuente: Airbus.
Imagen virtual del futuro D.5 VIGMA (izquierda) y del P.4 MPA (derecha). Fuente: Airbus.

Tanto la Armada como el Ejército del Aire y del Espacio han venido mejorando -a una velocidad inferior a la deseada- sus capacidades en cuanto a guerra antisubmarina en estos últimos años. No obstante, todavía queda un tiempo para que estas se consoliden: el primer ejemplar de la clase S-80 Plus debe enfrentarse a un duro año de pruebas con la Armada; el Ejército del Aire y del Espacio deberá esperar hasta 2027 para empezar a recibir los C295; en el apartado de los drones aéreos el trabajo pendiente es más que notable; la carencia de vehículos submarinos no tripulados es igualmente manifiesta… Pese a ello, ahora que el futuro es razonablemente prometedor desde el punto de vista presupuestario, España está al fin en posición de recuperar todas las las capacidades perdidas y, además, de dotarse de otras nuevas.

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