En las dos últimas décadas el salto dado por las fuerzas armadas de la República Popular de China ha sido espectacular. De ser un ejército masivo, pero muy atrasado, han pasado, gracias a las lecciones de conflictos como la Guerra del Golfo y a humillaciones como la crisis del Estrecho de Taiwán de 1996 a poner todo su empeño en desarrollar sistemas de armas modernos. El carro de combate Type 99, en sus diversas y cada vez mas avanzadas variantes es buena muestra de ello. Al comienzo de los años 50, la buena sintonía entre Mao Tse-Tung y Stalin permitió a los chinos empezar a construir su propia industria acorazada bajo la tutela soviética, mediante el T-34-85 primero y con el T-54A después. Este último permaneció como la base para todos los diseños de MBT chinos hasta mediados de los años 80. Ha de tenerse en cuenta, no obstante, que en aquella misma época Estados Unidos ya contaban con los M1 Abrams, Alemania con los Leopard 2 y Rusia con los T-72B. El atraso de China era notabilísimo y sólo era parcialmente compensado por el gran número de carros desplegados, algo que ha cambiado en los últimos años.
(Continúa…) Estimado lector, este artículo es exclusivo para usuarios de pago. Si desea acceder al texto completo, puede suscribirse a Revista Ejércitos aprovechando nuestra oferta para nuevos suscriptores a través del siguiente enlace.
Be the first to comment