El programa VCR 8×8

Entre la necesidad y la incertidumbre

El “Piraña V” fue elegido de forma totalmente irregular como plataforma para los Programas Tecnológicos. El de la imagen monta una RCWS “Samson Mk 2” que es, precisamente, una de las seleccionadas inicialmente
Vehículo Piraña V de General Dynamics

El programa VCR 8×8 debería servir para llevar al Ejército de Tierra Español al S. XXI, además de para lograr una soberanía industrial y tecnológica que una nación como España no puede permitirse descuidar. Sin embargo, pese a las buenas intenciones, las cosas no han salido tal y como se habían planeado y son muchas las dudas que surgen no solo respecto al futuro del programa, sino también en relación con la gestión del mismo.

A estas alturas, no creo que nadie ponga en duda la necesidad de sustituir los blindados de la familia acorazada del BMR/VEC 6×6 que, después de casi 40 años de excelentes servicios, han llegado al límite de su vida operativa. Por supuesto, las versiones derivadas del excepcional, aunque ya obsoleto, M-113, se encuentran en condiciones todavía peores, a pesar de que sea utilizado por numerosos ejércitos, convenientemente modernizado.

Como consecuencia de lo anterior, hace ya más de una década, comenzaron los estudios del denominado sucesivamente VBMR (Vehículo Blindado Modular de Ruedas), FSCT (Futuro Sistema de Combate Terrestre), VBR (Vehículo Blindado de Ruedas) y, actualmente, VCR (Vehículo de Combate de Ruedas).

Haciendo un breve repaso histórico, recordemos que el intento más importante de dotarnos con el nuevo blindado de ruedas se produjo en noviembre de 2007, cuando el Ministerio de Defensa dio a conocer un plan cuya finalidad era la adquisición de vehículos de alta protección para pelotón y escuadra, en sus dos primeras fases, y que culminaría, en su tercera fase, con la compra del VBR 8×8.

Durante el mes de mayo de 2009, la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) del Ministerio de Defensa envió una solicitud de información o RFI (Request For Information) a varias empresas multinacionales del sector de la Defensa, acerca de sus blindados 8×8 con capacidad para cubrir las necesidades del Ejército español en este campo, durante las próximas décadas. Como dato curioso, citaré que, aunque no disponía de ningún blindado 8×8, se incluyó a la firma Thales Australia como desagravio por no haberla invitado al programa de adquisición del vehículo de alta protección para pelotón, lo que ocasionó otro malentendido que tuvo como consecuencia la presentación en España del MRAP Bushmaster 4×4, aunque ya se había adquirido el RG-31.

Continuando con la RFI, tal vez para que no sucediera lo dicho anteriormente con Thales Australia, también fue incluida en la página web del Ministerio de Defensa, permitiendo que pudiera ser contestada por cualquier otra firma que pudiera cumplir los requerimientos del Ejército español.

Tanto la familia del “BMR 600” como la del “M-113” ya están al final de su vida operativa, y no cubren las necesidades mínimas exigibles
Tanto la familia del “BMR 600” como la del “M-113” ya están al final de su vida operativa, y no cubren las necesidades mínimas exigibles, de ahí la necesidad del nuevo VCR 8×8 Dragón. Fuente – Ministerio de Defensa.

La idea contemplaba la fabricación inicial, entre 2012 y 2016, de 300 VCR 8×8 en versiones de porta-personal, exploración de Caballería y puesto de mando. En fases posteriores, se contemplarían variantes de recuperación, ambulancia, combate de zapadores, escuela, porta-morteros, transmisiones, desactivación de explosivos (EOD), observadores avanzados, etc. Todas ellas derivadas del modelo porta-personal que era el considerado básico de la familia.

Con la finalidad de permitir que las empresas pudieran ofrecer el vehículo que creyeran más oportuno o, incluso, más de un modelo, la RFI fue diseñada de forma muy abierta. De hecho, las características y capacidades exigidas al futuro VCR 8×8 eran las siguientes:

  • Elevada capacidad de supervivencia para el personal embarcado.
  • Volumen interno suficiente y gran capacidad de carga útil para las diferentes variantes y misiones.
  • Elevada movilidad que capacite para un rápido despliegue estratégico, operacional y táctico.
  • Reducida necesidad de recursos logísticos y bajos costes de servicio.
  • Que fuera un sistema modular y abierto, que permita la incorporación de las innovaciones tecnológicas que se consideren necesarias.

Por último, las empresas debían responder si estaban dispuestas a desarrollar un plan de cooperación con industrias nacionales del sector de la Defensa, y con los órganos y unidades logísticas del Ejército de Tierra, lo que redundaría en un apoyo logístico más eficaz, al tiempo que garantizaría el sostenimiento durante todo el ciclo de vida de los vehículos. Además, para minimizar el riesgo, se ponía especial énfasis en que los vehículos presentados deberían encontrarse en servicio y, de hecho, se solicitaba información de los países que los utilizaban y en qué versiones.

Tal vez por ese motivo, GD-SBS presentó el Piraña III, aunque no cumplía los requisitos técnicos exigidos, especialmente en el tema de la protección, y el Piraña V que no estaba todavía operativo. Por ello, ciertas mentes mal pensantes afirman que, antes de la crisis, ya se había paralizado el programa porque GD-ELS se había quedado fuera del concurso. Y, si bien hasta ahora no me lo he querido creer, cada vez tengo más dudas al respecto, sobre todo después de la selección, tan extraña, anómala y arbitraria, del Piraña V como plataforma para los programas tecnológicos.

Centrándonos en la propia RFI, hemos de aclarar que no comprometía a ninguna de las partes, ya que era una mera encuesta realizada por la DGAM con el propósito de “recopilar la información actualizada relativa a vehículos blindados 8×8 que hay en el mercado, para que sirva de referencia en un futuro programa de adquisición”. Inicialmente, el calendario tentativo era el siguiente:

  • 15 de agosto de 2009: Entrega de las respuestas a la RFI.
  • Diciembre de 2009: Evaluación de las ofertas y vehículos (selección de una lista corta).
  • Enero de 2010: Solicitud de ofertas (RFQ-Request For Quotation).
  • Junio de 2010: Firma del contrato.
  • 2012 a 2016: Entrega de los 300 vehículos de la primera fase, garantizándose la Capacidad Operativa Inicial (IOC) con un mínimo de 40 blindados durante 2014.

Con posterioridad se iniciarían las siguientes fases del programa VCR 8×8, de acuerdo con las necesidades de las FAS.

Tras recibirse las respuestas de las empresas interesadas y efectuar diversas visitas a los centros de producción de los vehículos (Alemania, Francia, Italia, Polonia y España), los componentes del equipo designado al efecto, realizamos un estudio comparativo de todos los modelos y presentamos las correspondientes conclusiones a la DGAM. Sin embargo, la consabida crisis económica acabó con el programa, antes incluso de que fuera oficialmente constituido.

En 2007, el “Freccia” con torre “HITFIST” y cañón de 30 mm fue probado en la Brigada de Caballería “Castillejos II”. Esa torre ha sido incluida en los Programas Tecnológicos, como candidata para dotar el futuro “VEC”
En 2007, el “Freccia” con torre “HITFIST” y cañón de 30 mm fue probado en la Brigada de Caballería “Castillejos II”. Esa torre ha sido incluida en los Programas Tecnológicos, como candidata para dotar el futuro “VEC”, la variante de caballería del VCR 8×8 Dragón. Autor – Francisco P. Fernández Mateos.

Directiva 08/12 del JEME

Entró en vigor el 10 de noviembre de 2012, y contemplaba una nueva reorganización del Ejército, basada en un modelo de fuerzas terrestres realista y sostenible, dirigido a optimizar las capacidades operativas, teniendo en cuenta el panorama estratégico bosquejado por la Directiva de Defensa Nacional. El punto de partida es el de un escenario incierto de amenaza híbrida (conflicto convencional con confrontación de carácter asimétrico) y la existencia de la amenaza no compartida, es decir, la defensa del territorio nacional frente a amenazas que no son comunes a las de nuestros aliados.

Esa reorganización del Ejército, que ya está en pleno desarrollo y ha sido ampliamente tratada en la versión digital de esta revista, incluía la creación de las denominadas Brigadas Orgánicas Polivalentes (BOP), cuya configuración ideal integraría, según el propio Ejército: un Batallón de plataformas de tiro tenso (carros), sobre ruedas o cadenas; dos Batallones sobre el futuro vehículo de combate (tipo 8×8, según las tendencias actuales); un Batallón dual con la capacidad 8×8 más los medios y el adiestramiento necesario para ser aerotransportado; y una unidad de reconocimiento, tipo Grupo, con capacidades de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento (ISR).

Dado que la creación de estas BOP ideales exigiría un presupuesto mucho más elevado que el existente, se decidió adaptar este modelo a las «posibilidades reales», por lo que se han creado, más o menos, dos tipos diferentes de Brigadas Orgánicas Polivalentes: unas con un batallón dual aerotransportable y sin carros pesados; y las otras sin capacidad aerotransportable y con carros de combate pesados. Como paso intermedio para alcanzar la estructura definitiva, se han diseñado dos tipos de Brigadas de Transición: la BOP medio-ruedas y la BOP medio-cadenas. En la primera, los batallones 8×8 estarán equipados con los medios actualmente disponibles (BMR, VAMTAC, Lince, RG-31, etcétera), mientras que la medio-cadenas se dotará con los vehículos oruga existentes en inventario (Pizarro, TOA, Leopardo…).

GD-SBS sistemas presentó dos vehículos, el “Piraña III” que no cumplía los requisitos técnicos, y el “Piraña V” (realmente era un “IV Evo” con pequeñas modificaciones) que todavía no estaba en servicio, por lo que tampoco cumplía lo especificado en el pliego.
GD-SBS sistemas presentó dos vehículos, el “Piraña III” que no cumplía los requisitos técnicos, y el “Piraña V” (realmente era un “IV Evo” con pequeñas modificaciones) que todavía no estaba en servicio, por lo que tampoco cumplía lo especificado en el pliego del VCR 8×8. Fuente – Archivo del autor.

Necesidades reales

En los próximos años, el ET español tendrá que dotar las nuevas BOP con los futuros blindados del programa 8×8, creado hace un par de años en la DGAM con la nueva denominación de Vehículo de Combate de Ruedas o VCR 8×8. A pesar de que las necesidades más urgentes se han cubierto con las adquisiciones de blindados de alta protección o MRAP para escuadra y pelotón (LMV y RG-31), lo cierto es que sus capacidades no ofrecen suficientes garantías para emplearlos adecuadamente en operaciones de media y alta intensidad, al menos, para realizar misiones importantes.

Por consiguiente, es totalmente imprescindible y urgente el desarrollo y adquisición del VCR 8×8, que debe ser un verdadero blindado de combate capaz de actuar, de forma eficaz, en todo tipo de operaciones y en cualquier circunstancia. En caso contrario, es indudable que la nueva reorganización del ET pasará a engrosar la ya larga lista de planes engañosos, ineficaces y nefastos, que solo han servido para reducir drásticamente las capacidades del Ejército español que, nos guste o no, ya se encuentra en unas condiciones lamentables y con una dificilísima marcha atrás. Esperemos que la actual situación internacional, obligue al Gobierno español a aumentar los presupuestos de Defensa, hasta el dichoso 2% del PIB, que la OTAN lleva tantos años solicitando.

Aunque la adquisición inicial que contempla el programa es de tan sólo 348 ejemplares del VCR 8×8, en un corto número de versiones (puesto de mando, exploración de Caballería, transporte acorazado de personal, observación de artillería y combate de zapadores), en posteriores fases habrá que acometer el desarrollo del resto de variantes necesarias para cumplir los cometidos que, hoy por hoy, realizan los diferentes modelos de las familias BMR/VEC y M-113, cuya cifra total supera con creces los 2.000 vehículos, si bien es cierto que con la nueva reorganización harán falta muchos menos ejemplares.

En líneas generales, las versiones del VCR 8×8 necesarias, a medio y largo plazo, podrían ser las siguientes:

  • Vehículo de Combate de Infantería/Caballería (VCR). Con capacidad para transportar un pelotón de fusileros y dotado de una RCWS con cañón automático de 30 mm. La variante de transporte de personal debe ser similar, pero con una estación de armas ligera armada con una ametralladora de 12,70 mm y/o un lanzagranadas automático de 40 mm.
  • Vehículo de Exploración de Caballería (VEC). Sustituto del BMR 625/VEC, deberá disponer de espacio para transportar dos exploradores en la parte trasera. Según las preferencias expuestas por la Caballería, con una torre tripulada (proporciona mejor observación que las RCWS) y, una parte de los ejemplares, con dos lanzamisiles Spike, lo que le proporcionaría cierta potencia contracarro, dado que normalmente actuará aislado, aunque esta segunda opción no es contemplada por el momento. Al igual que el VCI/C, debe incluir una moderna dirección de tiro y un cañón de 30 mm, así como transmisiones de largo alcance, siendo deseable que integrara un conjunto multisensor en mástil o sobre el techo de la torre, con cámaras de TV y térmica, telémetro láser, etc.
  • Puestos de Mando (VCPC) y dirección de fuegos de artillería. Con la mitad trasera de la barcaza sobre-elevada y dotada de transmisiones adicionales, mesas, porta-planos, grupo electrógeno, tienda de campaña adosada, etc. La solución de construir este modelo con similar configuración que el de combate sólo parece adecuada para los que presten servicio en las unidades tipo compañía, ya que en los escalones superiores serán perfectamente identificables por su situación en el despliegue.
  • Transmisiones (VTRANS) en distintas configuraciones, con los diferentes módulos de la Red Básica de Área.
  • Ambulancia (AMB), en configuraciones de evacuación y puesto de socorro. Sobre todo, en el segundo caso, sería muy conveniente que dispusiera de techo sobre-elevado y, por lo tanto, con mayor volumen interno disponible.
  • Desactivación de explosivos (EOD). Sobre un chasis también sobre-elevado, debe incluir los equipos correspondientes al cumplimiento de sus funciones específicas, como uno o varios robots terrestres de desactivación.
  • Cazacarros o de defensa contracarro (VCR-C/C). Entre las numerosas opciones posibles citaremos la instalación de un lanzador para misiles sobre un soporte sencillo y la colocación de una torre o un RCWS o mástil plegable con varios lanzadores, obviamente para misiles Spike. Una opción, desde mi punto de vista de gran rentabilidad, sería la de instalar la estación de armas o la torre del VCI o VEC con cañón de 30 mm y dos lanzamisiles laterales y, si es posible, no estaría de más que montara un conjunto multisensor en mástil. De esta forma, el cañón podría utilizarse para destruir objetivos ligeros o ligeramente blindados, mientras que los siempre escasos misiles podrían utilizarse sólo para batir los objetivos mejor protegidos o más peligrosos.
  • Pieza Autopropulsada de 155 mm (ATP). Personalmente, creo que podría ser muy interesante realizar una pieza a partir de la plataforma 8×8 seleccionada, sobre la que podría instalarse una torre moderna y de altas prestaciones, como la AGM de Rheinmetall que ya ha sido probada sobre varios chasis de orugas (M-548 y Pizarro Fase II) y de ruedas (Boxer).
  • Lanzacohetes (VCLC) con un lanzador de altas prestaciones, como el actual LYNX, ofrecido recientemente por la firma IMI israelí, en colaboración con EXPAL, y que es capaz de utilizar cohetes de guía terminal de 122, 160, 306 y 370 mm, con alcances de hasta 300 km y un centro de error probable de tan solo 10 m. Es decir, que puede lanzar proyectiles a 300 Km y con una gran precisión y, lo más importante, a un precio infinitamente menor que si fuera un misil. Sin duda alguna, es el sistema de lanzacohetes múltiple más versátil, eficaz y a menor precio del mercado, teniendo en cuenta su elevada precisión.
  • Porta-morteros (VPM) de 81 y 120 mm. Con piezas dotadas de sistemas de retroceso y, especialmente en el segundo caso, sistema automático de carga, instalados en el suelo del vehículo. Opcionalmente, se podría estudiar una versión con un mortero de retrocarga y 120 mm montado en torre.
  • Defensa Antiaérea (VDAA). Con un afuste sencillo de misiles de corto alcance como el Mistral, ya utilizado por el Ejército español, o una torre con un sistema de cañones, misiles o mixta.
  • Observación de Artillería (VCOAV). Similar al vehículo de combate, pero dotado de un conjunto multisensor, que bien podría ser el que monta el prototipo derivado del Pizarro y el Vehículo de Exploración y Reconocimiento Terrestre VERT, que es muy parecido y también está siendo construido por FABA/Navantia.
  • Porta-radar terrestre (VPR). Con el radar montado en un mástil telescópico o plegable, que también podría servir para instalar el Raven u otro modelo antiaéreo e, incluso, podría ser el mismo de la variante de defensa contracarro.
  • Recuperación y Reparaciones (VREC). Con grúa, tornos, hoja empujadora, equipo de remolque, herramientas, grupo motriz de repuesto, etc., bien instalados en un único modelo, o en dos especializados para labores de recuperación/remolque y reparaciones, respectivamente.
  • Combate de Zapadores (VCZ). Como sustituto del BMR/VCZ, estará preparado para transportar un pelotón de zapadores y disponer de algunos equipos auxiliares (hoja empujadora, cabrestante, remolque de carga, equipo de señalización de pasillos, etc.).
  • Vehículo lanzapuentes (VLP). Con un puente de tipo deslizante que permita el paso de todos los vehículos de la familia (uno de clase 35/40 sería suficiente).
  • Reconocimiento NBQR (VRAC). Similar al BMR/VRAC, con capacidad para realizar misiones de reconocimiento, identificación y señalización de zonas contaminadas.
  • Carga y/o Municionamiento (VCG/VMUN). Con la parte trasera de la barcaza sin techo y con posibilidad de colocarle una lona y transportar contenedores. Incluso se podría estudiar la opción de que sirviera como módulo básico para constituir algunas versiones, montándole los contenedores necesarios para los diferentes cometidos (puesto de mando, transmisiones, ambulancia, dispersador de minas, lanzacohetes, etc.).

Por último, creo conveniente reseñar que, por motivos meramente económicos, podría estudiarse la posibilidad de que algunas versiones tuvieran una configuración 6×6. Sin embargo, esta solución que personalmente me parece factible y rentable, lo cierto es que ninguno de los constructores que participaron en las pruebas realizadas en 2010, aceptó su posible fabricación. De hecho, ni siquiera Krauss-Maffei ni Patria, que habían realizado prototipos de esa configuración, estuvieron de acuerdo en contemplar esa posibilidad.

La verdad es que tengo que reconocer mi total desconocimiento de los motivos que puedan tener las empresas para negarse a fabricar versiones 6×6. Supongo que deben ser económicos, aunque la verdad es que no lo entiendo. Sin embargo, algo debe haber de trasfondo que a mí se me escapa pues, algún tiempo después, estando ya en la reserva y trabajando para EXPAL, al realizar un estudio de la posible modernización del BMR, cierta empresa que no me parece oportuno citar, me ofreció la fabricación de un moderno blindado 6×6 con un elevado nivel de protección, por un precio aproximado de 1.000.000 €. Como conclusión, es indudable que, antes de tomar ninguna decisión al respecto, habría que realizar un estudio en profundidad sobre las necesidades reales y su rentabilidad. De todas formas, este tema de la modernización de los vehículos anticuados o la adquisición de una nueva familia 6×6, lo trataremos en un trabajo posterior.

El “VBCI” francés conducido por el autor de este trabajo en un campo de pruebas francés, cerca de Lyon
El “VBCI” francés conducido por el autor de este trabajo en un campo de pruebas francés, cerca de Lyon. Fuente – Archivo del autor.

La situación del programa VCR 8×8 a principios de 2018

El principal objetivo del programa VCR 8×8 se centra básicamente en la sustitución de los ya obsoletos BMR 6×6, especialmente para dotar las nuevas Brigadas Orgánicas Polivalentes de manera que, en los próximos años, dispongan de los medios necesarios para hacer frente a las posibles amenazas con ciertas garantías de éxito.

En julio de 2015, fue tomada la decisión de “adquirir un producto existente en el mercado con la integración de sistemas en servicio”, lo cual se realizará en dos fases, a saber:

  • Primera Fase o de Reducción de Riesgos, actualmente en desarrollo, encaminada a integrar equipos procedentes de programas de I+D+i, o que ya se encuentren en servicio, que faciliten el cumplimiento de los requisitos exigidos. Para ello, se llevarán a cabo una serie de programas tecnológicos (PT 1 a PT 5) que serán apoyados por el denominado PT 0, consistente en la integración de los diferentes sistemas contemplados en los PT 1 a 5, en cinco plataformas o demostradores, para las que fue elegido el Piraña V de General Dynamics, tras la realización de una RFI durante 2016, en la que tomaron parte varias empresas como KMW – Krauss Maffei Wegman (Alemania); CIO – Consorcio Iveco-Oto Melara (Italia); Patria (Finlandia); Nexter (Francia); y General Dynamics Santa Bárbara Sistemas (EEUU / España). Sin embargo, debemos aclarar que esa elección no supone (mejor dicho, no debería suponer) que el Piraña V sea el VCR 8×8 definitivo, ya que sólo se utilizará para los programas tecnológicos, al menos, en teoría. Yo creo que habría sido mucho más lógico seleccionar cinco plataformas diferentes, lo que nos habría permitido probarlas con tiempo suficiente. Pero, claro, eso no habría contentado a GD-SBS que, de hecho, es la principal beneficiaria, junto a Indra y SAPA, como ya veremos más adelante.
  • Durante la Segunda Fase o de Producción, se contratará el suministro inicial de 348 VCR 8×8 en las configuraciones de: Vehículo de Combate sobre Ruedas VCR de línea (134), Vehículo de Exploración de Caballería VEC (58), Vehículo de Recuperación VREC (20), Vehículo de combate de Zapadores VCZ (66), Vehículo de Puesto de Mando de Batallón/Grupo VCPC (16), Vehículo de combate con capacidad de defensa contracarro VCR-C/C (42) y Vehículo de Observador Avanzado de Artillería VCOAV (12). Estos 348 vehículos servirían para constituir cuatro Agrupamientos Tácticos (con una pequeña cantidad -8- para enseñanza/reserva). Posteriormente, en otras dos etapas se adquirirán otros 365 + 285 vehículos, para completar las plantillas de todas las unidades. Es decir, suman un total muy cercano a los 1.000 ejemplares,

En los programas tecnológicos se han invertido un total de 89 M€, mientras que la adquisición de los 348 ejemplares de serie del VCR 8×8 se ha valorado en 3.800 M€, de los que 1.600 corresponderán a los propios vehículos, incluidos todos sus sistemas (RCWS/torres, lanzamisiles, equipos electrónicos, etc.) y el resto, unos 2.200 M€, se destinarán al mantenimiento y a su futura modernización.

Las previsiones iniciales, excesivamente ambiciosas y seguramente irrealizables, según mi punto de vista, contemplan la finalización de la primera fase, con la realización de pruebas y validación de sistemas a lo largo de 2018, debiendo comenzar la fase de adquisición en 2020.

El “Boxer” es actualmente, el único blindado 8x8 totalmente modular, con módulos básicos y de misión, sustituibles en muy poco tiempo
El “Boxer” es actualmente, el único blindado 8×8 totalmente modular, con módulos básicos y de misión, sustituibles en muy poco tiempo. Fuente – Rheinmetall.

Los programas tecnológicos alrededor del VCR 8×8

En octubre de 2014, La Dirección General de Armamento y Material convocó un proceso de selección de proyectos de I+D de interés para la Defensa, susceptibles de ser incluidos en el ámbito del Programa COINCIDENTE (Cooperación en Investigación y Desarrollo EN Tecnologías Estratégicas). El citado proceso debería incluir proyectos enmarcados dentro de lo establecido en las Metas Tecnológicas de la Estrategia e Innovación de la Defensa (ETID), integrados en las siguientes Áreas Tecnológicas: Armamento; ISTAR (Inteligencia, Vigilancia, Adquisición de Objetivos y Reconocimiento); Plataformas; Protección Personal; Protección de plataformas e instalaciones; y TICS (Tecnologías de la Información, Comunicaciones y Simulación).

Centrándonos en los Programas Tecnológicos PT 1 a PT 5, debemos decir que se encargarán de estudiar los siguientes campos:

  • PT 1. – Protección y seguridad: En este apartado podrán incluirse: Materiales especiales para las corazas; composición y colocación de las diferentes planchas de coraza añadidas, incluyendo la protección anti-minas y contra todo tipo de artefactos como IED, EFP, etc.; estudio de las diferentes mallas y rejas anti-RPG disponibles en el mercado; corazas de tipo reactivo; inhibidores, deslumbradores y perturbadores integrados en sistemas de ayudas defensivas; equipos de protección activa y sus municiones; corazas modulares con distintos niveles de protección; equipos de detección de francotiradores; sistemas de reducción de firmas radar, térmica, acústica, etc. (tecnología stealth). Por supuesto, en este apartado debemos incluir los sistemas diseñados para evitar el conocido como fuego amigo, como las señales identificativas con visores nocturnos y, muy especialmente, los denominados BTID o dispositivos de identificación de objetivos del campo de batalla, que vienen desarrollándose desde hace ya bastantes años. En España, la empresa Indra diseñó el sistema AMIGOS (Advanced Military Identification for Ground Operational System). En líneas generales, se basa en una arquitectura de tipo Interrogación-Respuesta, común a todos los equipos de identificación. Una plataforma dotada de un interrogador, al detectar un posible objetivo, le envía una señal radioeléctrica con ciertos datos encriptados (interrogación). La plataforma interrogada, si es amiga, dispondrá de un respondedor con los mismos códigos criptográficos, detectará la interrogación y contestará con otros datos también encriptados (respuesta). El interrogador recibe la respuesta, la decodifica y declara el blanco amigo. Si la plataforma interrogada no dispone de sistema BTID o no posee los mismos códigos, no detectará la interrogación y por tanto tampoco contestará, de manera que el interrogador declarará el blanco desconocido. El sistema utiliza diversas técnicas de modulación y codificación de la información, que lo hacen especialmente robusto a la detección, explotación e interferencia por parte del enemigo.
  • PT 2. – Conciencia situacional: Incluirá todos los equipos optrónicos que permitan la visión perimetral (360º) del jefe de vehículo, pero sin olvidarnos del resto de la tripulación, especialmente el conductor, que deberá disponer visibilidad hacia delante y hacia atrás, de día o de noche, y en cualquier situación meteorológica. Además, es muy recomendable el uso de un navegador inercial y de otro GPS, acoplados al sistema de gestión del campo de batalla o BMS y, si es posible, a un moderno sistema de ayuda a la navegación, como el Ariadna montado por FABA/Navantia en los prototipos del Pizarro VCOAV y VERT. Estos equipos de visión deben observarse a través de los correspondientes monitores de alta resolución que, además de proporcionar mayor visibilidad, reducen el cansancio de los usuarios. Por otra parte, sería deseable que el equipo de visión nocturna fuera de doble banda o fusión (Intensificador de luz/cámara térmica), como el Virtus alemán o el FLIR N-15 norteamericano, por ejemplo, que ofrecen unas excelentes prestaciones, proporcionando imágenes combinadas y regulables de gran nitidez.
  • PT 3.- Vehículo de Combate para Observación de Artillería VCOAV: Por razones obvias, debe ser una versión mejorada del sistema montado por Navantia en los prototipos ya citados del Pizarro VCOAV y VERT. Por supuesto, incluyendo el conjunto multisensor en mástil telescópico.
  • PT 4.- Equipos Electrónicos, Comunicaciones e Información: En este apartado deberán estudiarse los equipos de transmisiones (radio e interfonía, principalmente) a instalar en los vehículos de la familia VCR, el sistema de gestión del campo de batalla o BMS, y la integración de todos los sistemas C4I con los terminales, de manera que el jefe de vehículo, el tirador e, incluso, el resto de tripulantes, puedan tener acceso a las imágenes y video proporcionados por los equipos instalados y, opcionalmente, en los diferentes simuladores que habrá que diseñar para cubrir todas las necesidades de instrucción. Dado que, a lo largo de los últimos años, la práctica totalidad de equipos de radio VHF que opera el ET español son de la familia PR4G de Thales, es probable que los vehículos de la familia VCR 8×8 sean dotados con las nuevas radios de esa misma familia, actualmente basada en la radio táctica vehicular VHF ECCM de 50 w TRC 9310, aunque existen otros sistemas con muy buenas prestaciones que, obviamente, habrá que considerar. A título orientativo, Thales ha diseñado el sistema ne.on BMS, que unifica un C2IS táctico y BMS vehicular que cubre las necesidades desde el nivel brigada hasta el vehículo, en cualquier tipo de misiones, desde operaciones de guerra hasta conflictos asimétricos e, incluso, funciones antiterroristas. Para su adecuado funcionamiento, sincroniza la denominada conciencia situacional con el propósito del Jefe, integrando un equipo de seguimiento de fuerzas, mediante un mecanismo de datos de alta prioridad, que permite el intercambio casi inmediato de localización, objetivos prioritarios, estado del vehículo y alertas de todos los vehículos incluidos en la red. Diseñado para redes de ancho de banda reducido, es capaz de utilizar cualquier tipo de red: IP, EUROCOM, satélite, enlaces LOS, y red radio de combate. Dispone de dos interfaces gráficas, una para situaciones estáticas (Puesto de Mando) y la otra para el jefe de vehículo, que dispone de terminal con pantalla táctil. Es interoperable con las fuerzas aliadas, integrado con el sistema de seguimiento de fuerzas ne.on BFT, con el sistema estratégico y operacional ne.on C4I y con el resto de sistemas de la familia C4ISRne.onLINETM. Para conseguir la interoperabilidad internacional emplea herramientas basadas en MIP, e intercambiar información por medio de mensajes formateados ADatP-3. En resumen, un sistema que sería conveniente estudiar a fondo para comprobar la conveniencia de su adopción futura, si los actuales sistemas no acaban solucionando sus problemas. En cuanto a los simuladores, sería conveniente estudiar otros similares a los que ya están operativos en el Ejército y que tan buenos resultados han tenido hasta la fecha. En líneas generales, podemos resumirlos en: Aulas de enseñanza asistida por ordenador, de torre/estación de armas, de puntería y tiro, de tripulantes (jefe de vehículo, conductor, tirador, equipo o pelotón embarcado, etc.) de conducción en aula y de conducción con movimiento, y táctico de unidad, a los que habría que añadir los vehículos escuela, imprescindibles para realizar los cursos de conductores y los equipos de duelo láser para los vehículos que disponen de armamento pesado y dirección de tiro.
  • PT 5.- Grupo Motopropulsor: Está claro que este programa está dirigido a que SAPA desarrolle su transmisión de lógica binaria, aunque con lo que ha tardado y cobrado del Pizarro Fase II ya debería estar totalmente desarrollada. Pero, ya se sabe, como dice la sabiduría popular: “El que tiene un amigo, tiene un tesoro”… o subvención, que viene a ser lo mismo.

Dentro de los programas tecnológicos habrá que probar las torres y estaciones de armas preseleccionadas que, como ya dijimos, tendrán que poner las empresas de forma totalmente gratuita, por imposición de los dos contratistas principales, Indra y GD-SBS, que han actuado a sabiendas de que, la que no aceptara sus condiciones, se quedaría fuera del programa definitivamente. En consecuencia, a todos los equipos citados, hay que añadir las siguientes torres y estaciones de armas, que fueron preseleccionadas, una vez evaluadas por el Programa VCR 8×8:

  • RCWS Mini-Samson de Rafael/Pap Tecnos, elegida de antemano por el ET español, ya que es utilizada por el RG-31 y el futuro Pizarro VCZ. En ciertos círculos se comenta que el Ministerio de Industria tiene interés en que se pruebe la nueva Guardian de la empresa Escribano, lo cual me parecería una verdadera locura pues habría que estudiarla partiendo desde cero, lo que alargaría los plazos de entrega y sería un grave riesgo a tener en cuenta. Con esta RCWS serán dotadas ciertas versiones especiales como el VCZ o el VCREC, por ejemplo.
  • La escogida entre la RCWS Samson Mk 2 de Rafael/Pap Tecnos y la UT 30 Mk 2 de Elbit, dotará al VCI o VCR-L, en su versión básica. Además, una variante con dos lanzadores Spike será la que monte el vehículo de defensa contracarro.

Por último, la única torre tripulada incluida en los programas tecnológicos es la HITFIST de Oto Melara, cuya finalidad es que sirva para dotar al Vehículo de Exploración de Caballería VEC.

En resumen, las cinco plataformas que se emplearán para los PT 1 a 5, montarán la RCWS ligera Mini-Samson (2) con ametralladora de 12,70 mm, las RCWS Samson Mk2 (1) y UT 30 Mk 2 (1) con cañón Bushmaster de 30 mm, y la torre tripulada HITFIST, con el mismo cañón.

Por último, me parece oportuno reseñar que, partiendo de la base de que la UT 30 Mk2 existe también en variante de torre tripulada con un 100% de comunalidad de elementos con la RCWS, durante el proceso de pre-selección, la firma Elbit ofreció la posibilidad de probarla también; sin embargo, el ET español no aceptó el ofrecimiento, lo cual tampoco es significativo ya que, como hemos dicho, tiene una total comunalidad de equipos con la RCWS, de manera que su funcionamiento es prácticamente el mismo. Por supuesto, es de destacar que, a igualdad de prestaciones, la UT 30 Mk 2 ofrece la importantísima ventaja de la simplificación y abaratamiento del apoyo logístico, incluido el mantenimiento y la instrucción. Pero ese es un tema que, sin duda alguna, sopesará el equipo de evaluación.

El “Toro” de la firma española NTGS era muy atractivo, sobre todo por su grupo motriz híbrido
El “Toro” de la firma española NTGS era muy atractivo, sobre todo por su grupo motriz híbrido. Fuente – Archivo del autor.

Conclusiones

Después de varias décadas de excelentes servicios, las familias acorazadas del BMR 6×6 y M-113 ya han llegado al límite de su vida operativa, siendo urgente su sustitución en los próximos años, de ahí la acuciante necesidad de avanzar en el programa VCR 8×8.

En 2004, comenzaron los estudios del, entonces denominado, VBMR (Vehículo Blindado Modular de Ruedas) aunque hubo que esperar hasta noviembre de 2007, cuando el Ministerio de Defensa lanzó un plan para la adquisición de vehículos de alta protección para pelotón y escuadra, en sus dos primeras fases y que culminaría, en su tercera fase, con la compra del denominado Vehículo Blindado de Ruedas o VBR 8×8. Sin embargo, tras organizarse un equipo de trabajo y realizarse los estudios y pruebas pertinentes en 2009/2010, la consiguiente crisis económica frustró todas las previsiones existentes.

A finales de 2012, entró en vigor la Directiva 08/12 del JEME, que contemplaba una nueva reorganización del Ejército, basada en buena medida en la creación de 8 Brigadas Orgánicas Polivalentes, que tienen que ser dotadas con el futuro Vehículo Blindado de Ruedas VBR 8×8. En consecuencia, fue lanzado un programa para la adquisición de 348 vehículos en una primera fase, que será seguida por otras dos, hasta alcanzar una cifra aproximada de 1.000 vehículos en diferentes versiones.

Actualmente, se encuentra en pleno desarrollo la fase denominada de Reducción de Riesgos, aunque muchos pensamos que mejor deberíamos llamarla de Apoyos Económicos a las empresas “nacionales” perjudicadas por la Crisis (especialmente, GDSBS, Indra y SAPA), a las que se han concedido graciosamente los 89 M€ dedicados a los programas tecnológicos. Tal vez sea muy malpensado, pero, con la finalidad de que desaparezcan mis malos pensamientos, me gustaría que alguien me explicara las siguientes cuestiones:

  • ¿Por qué se ha repartido ese dinero directamente entre las tres empresas y no se ha contado prácticamente con ninguna más?
  • ¿Por qué se solicitó una RFI sobre sus plataformas 8×8 a otras empresas del sector, si finalmente se le dio directamente a GDSBS, tal como ya nos temíamos con anterioridad, y sin comunicarlo al resto de firmas implicadas? ¿Creen que el tiempo y el trabajo dedicado a preparar una RFI es gratis para todas las empresas que no sean GD-SBS, Indra o SAPA? ¿No merecen al menos una respuesta oficial, antes de enterarse a través de la prensa?
  • ¿Es lógico que, con excepción de las tres firmas citadas, todas las que quieran participar en los programas tecnológicos tengan que ceder gratuitamente sus equipos como torres o estaciones de armas, por ejemplo?
  • ¿Qué valor añadido van a proporcionar al programa tanto Indra como GD-SBS, si lo único que van a hacer es integrar equipos ya fabricados por otras empresas y cedidos de forma gratuita? Además, si sigue la decisión inicial de que tanto Indra como GD-SBS sean contratistas principales, ¿alguien ha pensado en el dicho de que “no se pueden meter dos gallos en el mismo gallinero”?
  • Y centrándonos en SAPA, ¿no ha recibido ya suficientes “subvenciones” de los programas Leopardo y, sobre todo, Pizarro Fase II, además de haber producido retrasos y enormes gastos en ambos programas, dados los continuos problemas presentados por sus transmisiones? La futura transmisión para el VCR 8×8, ¿también necesitará un “chorro” de millones sin fin y otros diez o doce años de retraso, como la del Pizarro Fase II para que esté disponible y en funcionamiento? Si finalmente el Ejército no la acepta, ¿volverá a exigirle al Ministerio el cambio de destino de los técnicos que no hagan un informe positivo y pedir que el INSIA realice unas pruebas “totalmente independientes y justas”, eso sí pagadas con presupuestos del Ejército?

Aunque podría hacer otras muchas preguntas, creo que ya es suficiente. Además, si alguna de las empresas citadas cree que exagero, estoy dispuesto a escuchar lo que me quiera decir y, desde luego, reconocer mis posibles errores. Sin embargo, con la experiencia que me proporciona el inexorable paso del tiempo y el largo trato (a menudo, insufrible) que he mantenido con las citadas empresas, dudo mucho que se produzca ninguna respuesta por su parte. El problema es que, si mis temores y los de otros muchos profesionales que los conocen como yo, tanto desde dentro como desde fuera del Ejército, me hacen temer que el futuro del Programa VCR 8×8 está realmente en un grave riesgo de convertirse en un estrepitoso fracaso. Esperemos que el Ministerio de Defensa tome cartas en el asunto y, sobre todo, les otorgue al Jefe y al Director Técnico del Programa la necesaria capacidad de decisión, no permitiendo que intereses espurios influyan en las decisiones importantes como, desgraciadamente, ha pasado en tantas ocasiones. Ya veremos.

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