Somalilandia, el reconocimiento de su independencia más cerca que nunca hasta ahora

Somalilandia es un territorio que lleva más de 30 años buscando que se le reconozca como un Estado independiente. Algo que, hasta el día de hoy (principios de septiembre de 2025), ningún país ha hecho, pero que, ahora, está más cerca que nunca de ocurrir. Son varios los factores regionales e internacionales que han disparado el interés en torno a este enclave estratégico del Cuerno de África segregado de Somalia. Entre ellos, su situación en el golfo de Adén y frente a las cosas de Yemen, sobre todo, en relación con el conflicto con los rebeldes hutíes y su repercusión en el comercio mundial. También ha cobrado relevancia recientemente en el marco del ascenso a potencia regional de su vecina Etiopía y su necesidad de acceso al mar. Por nombrar dos de los factores más relevantes. De forma más amplia, los ojos de potencias internacionales se han vuelto en los últimos tiempos hacia el Cuerno de África, un interés que se encuadra en el creciente protagonismo del continente africano en la escena global.

Índice

• Introducción
• Somalilandia, un largo camino
• Principales intereses de algunos grandes actores a favor de reconocer a Somalilandia como un Estado independiente
• Principales riesgos de reconocer a Somalilandia como un Estado independiente
• Bibliografía y fuentes

Introducción

“El reconocimiento está en el horizonte” afirma el pasado mes de mayo Abdirahman Mohamed Abdullahi, presidente de Somalilandia desde las elecciones de noviembre de 2024^[1]. Una sentencia basada en las consistentes señales llegadas desde Estados Unidos de que la Casa Blanca se plantea de forma seria la posibilidad de dar ese paso.

En primer lugar, ya desde 2024, se observan movimientos que, con un cierto grado de optimismo, invitan a la esperanza entre las autoridades de Somalilandia, como el apoyo a la idea de su independencia por parte de la controvertida organización ultraconservadora articulada en torno a la iniciativa Proyecto 2025, elaborada por algunos de los aliados políticos de Donald Trump.

Meses después, el 8 de agosto de este 2025, ya en la Presidencia estadounidense, Trump dice a los periodistas en el Despacho Oval sobre la cuestión: “Estamos investigando eso ahora mismo” y, preguntado sobre el reconocimiento de Somalilandia y el posible reasentamiento de gazatíes allí, añade: “Estamos trabajando en eso ahora mismo, Somalilandia”^[2].

Además, el presidente de este pequeño territorio del este africano revela que varios oficiales del ejército estadounidense, entre ellos el de más alto rango en la zona, han visitado en los últimos meses su capital, Hargeisa.

Somalilandia, un largo camino

Todo lo anterior supone un gran cambio, porque Somalilandia era un territorio olvidado hasta que la alteración en las dinámicas regionales e internacionales relacionadas con el Cuerno de África y más allá lo ha colocado en el centro de numerosas e importantes miradas y, por supuesto, intereses. Al mirar el mapa regional se ve con claridad:

En este nuevo contexto, Somalilandia aprovecha para dar más impulso a su gran objetivo: el reconocimiento internacional a su autoproclamada recuperada independencia. Algo que lleva décadas buscando y que, hasta este mes de septiembre de 2025, ningún país ha hecho. A continuación, un esquema con algunos de los eventos claves en lo que ha sido un largo camino para Hargeisa hasta este momento:

A este respecto, Somalilandia cumple los criterios de la Convención de Montevideo para ser un Estado: un territorio definido, una población permanente, un gobierno efectivo y capacidad para tener relaciones internacionales. A efectos legales, Hargeisa sostiene que lo que ha hecho es “restaurar” su soberanía, reconocida en 1960, no una secesión, y argumenta que, en realidad, su unión con Somalia nunca fue ratificada por un tratado y fue defectuosa de facto. Además, a su favor está también el principio uti possidetis iuris de inviolabilidad de las fronteras coloniales en los procesos de independencia^[3].

Son diversos los motivos por los que este territorio busca su reconocimiento como Estado, entre ellos, que le daría acceso a programas y ayudas de diferentes organismos internacionales, lo que vendría muy bien a su economía, en una situación difícil (con un gran número de jóvenes en paro, por ejemplo^[4]).

Somalilandia, a día de hoy, es más estable que Somalia, pero eso no significa que esté exenta de problemas. Con una sociedad articulada en torno a clanes, con el Isaaq siendo el mayor y preponderante, donde domina la lealtad al tuyo, también en política, su democracia se considera híbrida. Aun así, tras las elecciones presidenciales de mediados de noviembre de 2024 en las que ganó el líder opositor, el traspaso de poder fue pacífico, algo poco frecuente en la región.

No obstante, el territorio no está exento de tensiones políticas entre los distintos grupos y hubo graves enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y manifestantes e, incluso, la rebelión de uno de los clanes en 2022 y 2023. Hasta el punto de que los deseos de independencia fervientemente perseguidos por el Gobierno no son compartidos por todas las comunidades del territorio. De hecho, una porción se ha llegado a declarar parte de Somalia, en vez de Somalilandia^[5].

Pero, más allá de las cuestiones internas, ¿cuáles son los pros y los contras del reconocimiento internacional de Somalialandia? Los dos siguientes apartados lo abordan, empezando por los pros.

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