El retorno de la guerra de alta intensidad y a escala industrial, como demuestra lo ocurrido en Ucrania, es una realidad. Adaptarse a ella pasa por dejar de lado concepciones que si bien eran útiles para escenarios de baja intensidad, no lo son en absoluto en el nuevo escenario, e implica recuperar las grandes unidades, como la División y el Cuerpo de Ejército, imprescindibles para operar con éxito en un entorno que es, además, multidominio. Más allá de los cambios doctrinales y las adaptaciones tecnológicas, en el caso de la Caballería, cumplir con sus cometidos tradicionales en este nuevo contexto implica el retorno de la caballería divisionaria. La Caballería ha sido tradicionalmente el Arma que ha proporcionado a las formaciones superiores una fuerza equipada, organizada y adiestrada para ejecutar las operaciones de reconocimiento, de seguridad y de combate. Actualmente, una de estas Grandes Unidades (GUs) superiores, la División, está sufriendo [Continúa…]