
Argentina y Naval Group estarían inmersas en «negociaciones avanzadas» de cara a la compra por parte del país iberoamericano de tres nuevos submarinos diésel-eléctricos por un coste total aproximado de 1.300 millones de dólares. Este programa de compra busca devolver a la Armada argentina su capacidad submarina, perdida tras el accidente del ARA «San Juan» en noviembre de 2017, en un accidente en el que también perdieron la vida sus 44 tripulantes. A pesar de que las negociaciones con la francesa Naval Group podrían estar muy avanzadas, también se estarían llevando a cabo conversaciones con la alemana TKMS, empresa que estaría ofertando sus submarinos Tipo 209/1400 y Tipo 214.
Argentina y Naval Group estarían inmersas en «negociaciones avanzadas» de cara a la compra por parte del país iberoamericano de tres nuevos submarinos diésel-eléctricos por un coste total aproximado de 1.300 millones de dólares. Con él, Argentina busca cubrir las necesidades de su Armada, que a día de hoy y tras el trágico accidente del ARA «San Juan» (S-42) el 15 de noviembre de 2017, no dispone de un solo submarino operativo.
La información ha trascendido a raíz de un informe firmado por Agustín Rossi, jefe del Gabinete de Ministros de Argentina, en el que se pretende responder a las preguntas y preocupaciones expresadas por los miembros de las comisiones de defensa tanto del Senado como de la Cámara de Diputados, las dos cámaras que forman el Congreso argentino.
Por supuesto, no es la primera vez que surgen noticias de este tipo. Anteriormente, el propio Ministro de Defensa argentino, Jorge Taiana, había insinuado que se daría prioridad a la adquisición de submarinos, aunque únicamente había hablado de la compra de dos buques. No obstante, el informe de Rossi confirma que se han producido conversaciones avanzadas relativas a la adquisición de tres unidades con los representantes del constructor naval galo Naval Group, así como que también están manteniendo conversaciones con la empresa germana ThyssenKrupp Marine Systems.
El informe señala además que, en ambos casos, los gobiernos de Francia y Alemania también están involucrados en las negociaciones, ya que se espera que proporcionen a Argentina créditos para financiar un eventual pedido, así como servir de garantes de los contratos. Según lo recogido en el texto, el Gobierno argentino pretende alcanzar un acuerdo sobre los requisitos técnicos y las cuestiones financieras, así como adjudicar un contrato a finales de este año. Cabe destacar que el mandato del presidente Alberto Fernández finalizará en diciembre de 2023, aunque puede presentarse a la reelección, con lo que se espera que quiera dejar el asunto cerrado antes de enfrentarse a las urnas.
Respecto a los submarinos ofertados por Francia, se habrían ofrecido a Argentina tanto la variante convencional del Barracuda –similar a la que en su día ofreciesen a Australia, antes de que este país optase por abandonar el acuerdo conformando con Estados Unidos y Reino Unido el AUKUS-, así como el Scorpène, en uso por la Armada chilena, entre otras. Por su parte, TKMS está ofreciendo buques de las clases Tipo 209/1400 y Tipo 214.
Y los gobiernos francés y alemán ¿confían en que Argentina devuelva esos créditos? ¿Son conscientes del estado de la economía argentina y de la inestabilidad política crónica del país?