
La compra de una empresa clave para el tejido industrial europeo de defensa como Milrem Robotics por parte de una corporación extranjera -en este caso EDGE group- no solo deja a la empresa estonia en una posición comprometida, sino que muestra algunos de los problemas de iniciativas como la PESCO y fondos como el EDF, así como de la defensa europea en su conjunto a la hora de proteger sus activos.
El conglomerado de defensa emiratí EDGE Group, creado como resultado de la fusión entre Mubadala Development Company (que mantiene una participación del 60%) y Tawazun Holding LLC, Emirates Advanced Investments Group (EAIG) anunció la adquisición de la empresa estonia Milrem Robotics a mediados del pasado mes de febrero, aprovechando como marco la feria de defensa IDEX 2023.
La adquisición, dado que se trataba de una empresa de capital privado -y entre cuyos accionistas minoritarios también se encontraba la alemana Krauss-Maffei Wegmann-, se realizó sin ningún tipo de traba por parte del gobierno estonio. Sin embargo, sí tendrá consecuencias sobre el futuro de esta empresa clave para el tejido industrial de defensa europeo, pues se trata del principal desarrollador de robótica y sistemas autónomos de Europa.
Entre los objetivos del conglomerado emiratí, tal y como declarase en su día el director ejecutivo de Edge Group, Mansour AlMulla, a raíz del anuncio de adquisición:
La presencia en Estonia también brinda a EDGE un acceso estratégico al norte de Europa, lo que aumenta las oportunidades valiosas para nosotros en todo el continente y más allá, y fortalece nuestra posición como un actor global serio en este sector.
El problema, llegados a este punto, es que los planes de los nuevos accionistas colocan a Milrem en una situación complicada, pues enfrentaría serios problemas a la hora de concurrir – si así lo quisiera – a las futuras convocatorias del Fondo Europeo de Defensa (EDF) dado que su titularidad ya no es europea. A modo aclaratorio, el reglamento del EDIDP, al igual que el del EDF, vela por la participación de entidades que no estén sujetas al control de un tercer país o de una entidad de un tercer país, pues contravendría el objeto principal del Fondo: «aumentar la competitividad y la eficiencia de la industria de la defensa de la Unión».
Actualmente, Milrem únicamente coordina el proyecto del EDIDP 2019 «iMUGS», siendo la única entidad estonia que lidera por el momento un proyecto en el marco del EDIDP y EDF. El consorcio, dotado con más de 30 millones de euros y que integra a 13 entidades de 7 Estados miembros (Alemania, Bélgica, España, Estonia, Finlandia, Francia y Letonia) tiene por objetivo definir una arquitectura estándar para vehículos militares terrestres no tripulados, tomando como referencia el THeMIS de Milrem como la plataforma de referencia.
Además, el iMUGS está asociado a un proyecto PESCO también liderado por Estonia: el «Integrated Unmanned Ground System (iUGS)» adoptado en la segunda ola de proyectos el 19 de noviembre de 2018. En este proyecto participan también Alemania, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Hungría, Letonia, Países Bajos, Polonia y República Checa. Cabe destacar que este es uno de los tres proyectos liderados por la República báltica, siendo los otros dos los llamados «Cyber Ranges Federations (CRF)» y «Medium size Semi-Autonomous Surface Vehicle (M-SASV)» adoptados en la cuarta ola de proyectos PESCO el 16 de noviembre de 2021.
Así las cosas, y tanto de cara a la quinta ola de proyectos PESCO, que se cierra en mayo de este año, así como a la nueva convocatoria del EDF, cuya publicación es inminente, Milrem Robotics, tendrá importantes problemas para formar parte de los mismos. Así las cosas, si Estonia participase en cualquier proyecto PESCO que pasara a la fase de desarrollo -recibiendo para ello fondos del EDF-, Milrem quedaría fuera del mismo al ser de titularidad extranjera.
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