
Alemania podría aprobar la compra del sistema antimisiles israelí Arrow 3 la próxima semana, a tenor de las informaciones publicadas por medios israelíes como The Jerusalem Post, que no han desvelado sus fuentes. La adquisición, que lleva negociándose meses, proporcionaría a Alemania un sistema antimisiles exoatmosférico que actuaría como complemento de los Patriot estadounidenses en servicio y de los IRIS-T recientemente adquiridos.
Medios israelíes dan prácticamente por hecha la adquisición del sistema antimisiles israelí Arrow 3, asegurando que los Estados Unidos, que tienen derecho a veto sobre las exportaciones de dicho sistema (desarrollado conjuntamente por Israel Aerospace Industries y Boeing), ya habrían aprobado la venta. No obstante, todavía restaría el visto bueno del Bundestag germano, cuyo comité de defensa se reunirá la semana próxima.
De hacerse efectiva la compra, Alemania pasaría a disponer de un sistema antimisiles susceptible de interceptar misiles balísticos durante su fase de vuelo espacial, gracias a los misiles interceptores exoatmosféricos que utiliza, con un alcance de hasta 2.400 kilómetros. Además, aunque no se ha publicado demasiada información sobre el tema, el sistema Arrow 3 tendría también cierta capacidad antisatélite, al menos en las órbitas más bajas, lo que situaría a Alemania en un nuevo plano, al unirse al reducido club de países que poseen este tipo de capacidades.
A pesar de que la compra tiene muchos visos de producirse, hay que tener en cuenta que existen sectores dentro del país que se oponen a ella, especialmente por motivos industriales. No hay que olvidar que la Unión Europea ha puesto en marcha en el marco de la Cooperación Estructurada Permanente en materia de Defensa (PESCO) y del Fondo Europeo de Defensa (EDF) respectivamente los proyectos TWISTER y HYDEF, de los que Alemania participa.
El primero de ellos busca dotar a los Estados participantes de un sistema de alerta temprana basado en el espacio y de capacidad de intercepción mediante misiles endoatmosféricos que complementen desde la UE las capacidades contra misiles balísticos (BMD) de la OTAN. El segundo persigue el desarrollo de un interceptor hipersónico capaz de hacer frente a las amenazas previstas en el horizonte temporal 2035.
Dado que en ambos programas toman parte empresas germanas, la decisión de decantarse por el Arrow 3, basculando nuevamente hacia los Estados Unidos en lugar de hacia la industria continental tras decisiones como la adquisición de cazabombarderos de quinta generación F-35 Lightning II es previsible que encuentre oposición.
Del otro lado y dado que el Arrow 3 cubre un espectro de amenazas ligeramente diferente al de los programas europeos y que la guerra de Ucrania ha puesto negro sobre blanco las carencias alemanas en materia de defensa y la urgencia a la hora de acometer inversiones, es muy posible que aun así se lleve a efecto. Además, tampoco hay que olvidar que Alemania lidera la iniciativa Sky Shield de la OTAN, que aúna a 17 Estados tras la reciente incorporación de Dinamarca y Suecia y que busca fortalecer la defensa antiaérea y antimisiles en el marco de la Alianza, objetivo para el que los Arrow 3 supondrían un importante valor añadido.
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