El Ministerio de Defensa de Francia se plantea cancelar el programa Tigre MKIII

Infografía Tigre MkIII. Fuente - Airbus Helicopters
Infografía Tigre MkIII. Fuente - Airbus Helicopters

En los últimos meses se ha vivido una intensa polémica, a propósito de la modernización de los helicópteros HA.28 Tigre HAD-E en servicio a un nuevo estándar conocido como Tigre MKIII. Dejando de lado la enorme inversión asociada al programa de actualización, se trata de una iniciativa interesante y muy compleja desde el punto de vista tecnológico que debe garantizar la ampliación en la vida de estos aparatos hasta mediados de siglo y que ahora queda en entredicho dada la revisión que en Francia están haciendo de todos los programas en activo de cara a su nueva Ley de Programación Militar.

Esta última, presentada el pasado día 20 de enero por el Presidente galo, Emmanuel Macron, prevé destinar un total de 413.000 millones de euros en 7 años a la modernización de las Fuerzas Armadas, con especial énfasis en la inteligencia militar, la disuasión nuclear y la adquisición de armamento. Sin embargo, a pesar de suponer un aumento presupuestario del orden de un 30% respecto al ciclo de gasto anterior, sigue sin ser suficiente para financiar todos los programas en marcha, así como los nuevos en los que pretende embarcarse el país.

Además, las lecciones de la guerra de Ucrania, en la que los helicópteros de combate han sufrido un alto número de bajas, también parecen estar detrás de una decisión que si bien no es todavía firme, amenaza el futuro no solo de la planta de Airbus helicópteros en Marignane (Francia) sino también en Albacete (España).

De cara a la modernización de estos aparatos, la Organización para la Cooperación Conjunta de Armamento (OCCAR) firmó en julio de 2015 un contrato con  Airbus Helicopters como representante de los países interesados para la realización de un Estudio de Arquitectura con el objetivo de definir el programa de mejora Tigre MKIII.

A este contrato se unieron los tres operadores europeos del helicóptero, es decir, España, Francia y Alemania, pasando pronto a quedarse en dos (España y Francia), después de que Alemania anunciara que aplazaba la toma de decisión acerca de su incorporación final al programa hasta mediados o finales de este año 2022. Una decisión que todavía no ha tomado, mientras muestra su interés por los Apache estadounidenses, siguiendo la estela de Australia, el único operador no europeo y quien renunciase recientemente a utilizar sus Tigre decantándose por adquirir 29 AH-64E Apache debido al nulo rendimiento de los primeros.

Pese a ello, desde la Unión Europea se adoptó el 19 de noviembre de 2018 un nuevo programa en el marco de la Cooperación Estructurada Permanente en materia de Defensa (PESCO), denominado «European Attack Helicopters TIGER MKIII (Mark III)». Liderado en origen por Francia, pronto se sumaron a él Alemania y España con la intención declarada de «mejorar significativamente la eficiencia global de Tigre a través de una actualización constante de sus capacidades de detección, ataque y comunicaciones para desarrollar un helicóptero de ataque europeo modernizado, innovador y de larga duración».

Posteriormente, ya en 2023, la OCCAR (Organización para la Cooperación Conjunta en Materia de Armamento) concedió a Airbus Helicopters un contrato en nombre de la Direction Générale de llArmement (DGA) francesa y la Dirección General de Armamento y Material (DGAM). En virtud de este, se encargaba al consorcio europeo el desarrollo, la producción y el soporte inicial en servicio del programa de mejora del Tigre MkIII

El objetivo fijado consistía en la mejora de 42 aparatos para Francia -no debe obviarse que podía incluir 25 más-, y 18 en el caso de España. Pese a que Alemania participa del proyecto PESCO, no había quedado incluida en el contrato otorgado a Airbus, si bien no se cerraba la puerta a su participación. Las primeras entregas, pese a todo, debían realizarse en 2029.

Mejoras a introducir en los helicópteros de ataque Tigre MKIII. Fuente - Airbus Helicopters
Mejoras a introducir en los helicópteros de ataque Tigre MKIII. Fuente – Airbus Helicopters

Ahora, con las dudas del Ministerio de Defensa francés, la sombra de la cancelación sobrevuela el programa, lo que ha provocado que cuatro de los principales directivos de la industria de defensa gala hayan movido ficha para defender el programa con Guillaume Faury (Airbus) y Patrice Caine (Thales) a la cabeza. Así las cosas, han enviado una carta al ministro de Defensa de Francia, Sébastien Lecornu, explicando las razones por las que el Tigre MKIII es fundamental para el futuro de sus empresas. No en vano se juegan un contrato que podría ascender hasta los 4.000 millones de euros, de los cuales hasta 2.800 podrían revertir sobre la industria francesa.

Pese a que no se ha hablado mucho de España, en caso de que la decisión francesa se concretase, el futuro de la planta de Airbus Helicópters en Albacete quedaría comprometido por falta de trabajo, lo mismo que el de las propias Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET), que no tienen alternativa a los 18 HA.28 Tigre en servicio, todos ellos de la variante HAD-E tras la baja de los 6 HAP.

Así pues, es de esperar que a la presión ejercida desde la industria francesa se sume también el Gobierno español, intentando cambiar una decisión que no solo supone un importante varapalo a corto y medio plazo para la industria, sino que expulsaría a Europa de un nicho en el que pretendió adentrarse con el Tigre, pese al escaso éxito cosechado.

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