CENAD «San Gregorio»

Centro de Excelencia del Ejército de Tierra español

Ejercicio de tiro del Regimiento de Caballería de Reconocimiento "FARNESIO Nº12" en las maniobras "Egida 14" en el CENAD "San Gregorio". Fuente - Ejército de Tierra
Ejercicio de tiro del Regimiento de Caballería de Reconocimiento "FARNESIO Nº12" en las maniobras "Egida 14" en el CENAD "San Gregorio". Fuente - Ejército de Tierra.

La creación del CENAD “San Gregorio” ha marcado un hito en el proceso de modernización del Ejército español, habiéndose convertido en un verdadero Centro de Excelencia, totalmente indispensable para la correcta aplicación del Sistema de Instrucción, Adiestramiento y Evaluación (SIAE) del Ejército de Tierra. Gracias a estas instalaciones, que van mucho más allá de ser un mero campo de maniobras y tiro, nuestros militares tienen a su disposición los medios y el escenario perfectos para perfeccionar su entrenamiento.

Es por ello que hemos decidido publicar este artículo, que viene a complementar a otro subido recientemente a nuestra web, en el que se aborda el estado de la simulación militar en España, centrándose en el dominio terrestre. De esta forma, y al objeto de ampliar dicho artículo, así como de poner en contexto al lector novel, repasaremos los orígenes de los simuladores, que se remontan al juego Senet egipcio y el Go o Juego Real de Ur, que recordaba bastante al actual backgamon.  A continuación, haremos un breve repaso de los diferentes tipos de juegos, aparecidos a lo largo de los siglos y, finalmente, nos centraremos en los modelos más modernos utilizados a partir del siglo XIX, que culminaron con los variados equipos actuales que incluyen versiones para todos los gustos, destacando especialmente los denominados videojuegos, imprescindibles en la moderna simulación.

A continuación, realizaremos un breve estudio de los orígenes de la simulación en España que, por razones obvias, nos obliga a centrarnos básicamente en el denominado Centro Nacional de Adiestramiento “San Gregorio” o CENAD “San Gregorio” que es, con toda seguridad, el Centro de Excelencia en el tema de la simulación del Ejército de Tierra español, tan necesaria para la instrucción, el adiestramiento y la evaluación de las unidades. Como justificación de este testimonio, solo tenemos que echar un vistazo a la gran cantidad de actividades que desarrolla habitualmente, a pesar de que dispone de menos personal y medios de los que, en principio, podríamos considerar imprescindibles. 

Finalmente, repasaremos las misiones y organización del CENAD, describiendo las labores más destacadas de sus diversas unidades, así como los excepcionales simuladores, la inmensa mayoría de fabricación nacional que, indudablemente, están entre los mejores del mundo en las distintas categorías.

Los carros escuela están desarrollando una excelente labor, a costa de efectuar un uso intensivo. Autor - Francisco P. Fernández Mateos.
Los carros escuela están desarrollando una excelente labor en el CENAD «San Gregorio», a costa de efectuar un uso intensivo. Autor – Francisco P. Fernández Mateos.

Introducción

La palabra simulación es una derivada del léxico latino “similis”, que podemos definir como “parecido”, y el sufijo “-ion”, que es semejante a “acción y efecto”.  En resumen, cabe definirla como la experimentación con un modelo determinado, pero controlado y en unas condiciones que se parecen a la realidad, pero que han sido creadas de forma artificial.

En líneas generales, la simulación puede referirse a cierta capacidad para aparentar el desarrollo de una actividad, cuya finalidad sea la de obtener un entretenimiento, efectuar un engaño, o bien, conseguir un determinado grado de supervivencia. 

Para encontrar los antecesores más lejanos de los simuladores actuales, debemos trasladarnos hasta el antiguo Egipto, donde han aparecido numerosos tableros de un juego denominado Senet[1] (que significa tránsito o pasaje), basado en el libro de los muertos. Existen referencias de su uso desde la época predinástica, lo que demuestra que, en sus diferentes versiones, llegó a ser bastante popular tanto entre la elite como entre el pueblo llano. Según la mayoría de expertos, es bastante probable que fuera una evolución del Go o Juego Real de Ur que, en cierta medida, recuerda bastante al backgamon.

A partir de los juegos citados, aparecieron sucesivamente los denominados “juegos de guerra”, que recrean enfrentamientos militares a cualquier nivel (enfrentamiento ligero, táctico, operacional, estratégico, mundial…), utilizando una serie de reglas que sirven para simular las diferentes tecnologías, organizaciones militares o estrategias utilizadas, en diversos entornos de índole histórica, o simulada. No incluyen ningún tipo de violencia física, ya que, en cualquier caso, se trata de juegos de mesa que simulan enfrentamientos militares de cualquier tipo (terrestres, aéreos, navales e, incluso, espaciales). En lo referente a los modernos videojuegos, utilizados actualmente por una gran cantidad de Ejércitos, representan un paso más al frente, creando simulaciones virtuales que sirven para el entrenamiento del personal y el desarrollo de planes de operaciones.

Entre los tipos de juegos de la guerra que han ido apareciendo a lo largo del tiempo, cabe destacar los siguientes:

  • De tablero: Aparte de los precursores como el Ajedrez, encontramos modelos básicos (Estratego, Risk y TEG), entretenimiento (Eurogames), gran estrategia (Civilización), operacionales, tácticos (el Camino de la Gloria), de ciencia ficción (Infinity), simulación histórica, de fantasía, y básicos de comité (Machiavelli y Diplomacy).
  • De comité: Se crea una situación de enfrentamiento bélico, con organizaciones de mando y sus unidades correspondientes (simuladas con banderas) y mapas preestablecidos, de manera que los dos equipos deben hacer frente a una serie de situaciones creadas, pudiendo jugarse con el uso de tablero o de ordenadores.
  • De miniaturas: recrean los terrenos de la acción con maquetas en las que son colocados las miniaturas. Existen modelos basados en hechos históricos (Field of Glory, De Bellis Antiquitatis), batallas napoleónicas (En nombre de la gloria), de temas fantásticos (Warhammer Fantasy Battle, Warhammer 40.000), etc.
  • De cartas coleccionables: simulan una batalla o un enfrentamiento bélico.
  • Videojuegos de guerra: en los que la simulación es lo más importante, utilizando un mundo virtual, desarrollado por programación en ordenadores. Como ejemplo, el Armed Assault.
  • Deportivos: Paintball, Airsoft, Nerf Laser Tag y Soft-Combat, por ejemplo.

Partiendo de la base del Ajedrez que, a su vez, se había inspirado en el Chaturanga[2] indio, fueron diseñados otros muchos juegos de guerra, pudiendo destacarse a partir del siglo XVIII, los siguientes: “Emulación de batallas”, diseñado por el alemán Helwig, al servicio del Duque de Brunswick en 1780, que utilizaba un tablero de 1666 cuadrículas y un código de colores, para diferenciar los tipos de unidades y de terrenos. Algunos años más tarde (1795), el escritor militar Georg Vinturinus desarrolló una versión más completa de ese mismo juego, pero usando una zona de terreno que incluía territorios de Francia y de Bélgica. Ya en 1824, un teniente prusiano llamado Von Reisswitz inventó el denominado Kriegspiel (juego de guerra en alemán), que era una versión construida por su padre, en 1811, y que se trataba de un juego de comité bélico dotado de mapas militares, un árbitro, tablas de probabilidad, y reglas de actuación para diversos tipos de conflictos.

Aunque el Kriegspiel no tuvo inicialmente buena aceptación, lo cierto es que algún tiempo después de su aparición, fue creado un club de juegos de guerra, que publicó la primera revista sobre el tema con el nombre de “Kriegspieler Verein”. Finalmente, fue aceptado por el Ejército alemán que, aprovechando las enseñanzas del juego, diseñaron un plan de batalla con el que, según diversas fuentes, derrotaron al Segundo Imperio Francés (1870). De hecho, varias naciones atribuyeron el éxito alemán precisamente a la influencia del Kriegspiel, por lo que varios oficiales del Ejército norteamericano[3] desarrollaron variantes derivadas que denominaron con el nombre genérico de “war game” o juego de guerra en inglés. Inicialmente, el wargame tuvo tan poca aceptación como el Kriegspiel, pero sus autores consiguieron que alcanzara finalmente una gran aceptación, tanto entre los militares profesionales como entre los aficionados civiles.

Con la presentación en 1913 del juego Little Wars o “pequeñas guerras”, desarrollado por H. G. Wells y dirigido al público infantil, se dio un gran paso hacia la comercialización de los juegos de guerra que, poco tiempo después, facilitó la aparición de modelos profesionales de recreación y otros basados en las guerras napoleónicas que usaban soldados representados por miniaturas, que pronto pasaron a representar unidades enteras.

En 1952, el norteamericano Charles Swann Roberts, conocido como el “padre de los juegos de guerra de tablero”, presentó el primer juego realmente comercial denominado Tactics, que fue publicado inicialmente por la compañía The Avalon Game Company, más tarde transformada en Avalon Hill. Algún tiempo después, diseñó el primer juego basado en una batalla histórica, Gettysburg. A partir de entonces, fueron apareciendo otros muchos juegos como Panzerblitz (1970), Squad Leader (1977), Waterloo (1981),… seguidos por numerosos ejemplares, entre los que es necesario destacar los modernos videojuegos, de los que ya hay un variadísimo surtido, que cubre las necesidades más variadas, incluyendo obviamente, los destinados a prestar servicios en los Ejércitos, a los que dedicaremos las siguientes páginas.

El Senet era un juego muy extendido en Egipto, habiendo aparecido numerosos ejemplares en tumbas (por ejemplo, 4 en la de Tutankamon). Abajo, imagen presentando a la Reina Nefertari usando este juego. Fuente - Internet.
El Senet era un juego muy extendido en Egipto, habiendo aparecido numerosos ejemplares en tumbas (por ejemplo, 4 en la de Tutankamon). Abajo, imagen presentando a la Reina Nefertari usando este juego. Fuente – Internet.
Como cabe apreciar, el Ajedrez (arriba) apareció como un derivado del Chaturanga indio. Fuente - Internet.
Como cabe apreciar, el Ajedrez (arriba) apareció como un derivado del Chaturanga indio. Fuente – Internet.
Dos de los juegos de guerra de mayor prestigio a nivel internacional, el Kriegspieler (arriba) y el Risk. Fuente - Internet.
Dos de los juegos de guerra de mayor prestigio a nivel internacional, el Kriegspieler (arriba) y el Risk. Fuente – Internet.

Orígenes del CENAD «San Gregorio»

Como hemos visto, los Ejércitos se interesaron muy pronto por los simuladores, en los que vieron grandes posibilidades para el desarrollo de todo tipo de actividades, como el estudio de tácticas de combate, labores de mantenimiento o de instrucción[4] y, desde luego, facilitar y abaratar las tareas de adiestramiento en el manejo de todos esos sistemas. Sirvan como ejemplo las acciones realizadas durante los planes de instrucción de los tripulantes de un carro (conductor, tirador, cargador y jefe de carro) o los pilotos de un avión o un helicóptero, tiradores de misiles antiaéreos o contracarro, etc. Pensemos que, aparte del menor desgaste y el ahorro correspondiente en municiones o carburantes, por ejemplo, en un plazo determinado de tiempo, pueden realizarse muchos más ejercicios[5], lo que beneficia indudablemente al nivel de instrucción del personal.

En el Ejército español han sido desarrollados diferentes equipos de simulación distribuidos en las distintas unidades[6], si bien, por economía de medios, los más sofisticados y caros, fueron centralizados en el llamado CENAD “San Gregorio” o Centro Nacional de Adiestramiento “San Gregorio”, al que dedicaremos las siguientes páginas.

Para encontrar el nacimiento del actual CENAD, debemos remontarnos a 1910, cuando el entonces Ministro de la Guerra, el Capitán General Huertas, inició la adquisición del denominado “Campo de tiro y maniobras Alfonso XIII” que, tras la llegada de la Segunda República, en 1931, recibió el nombre, que aún mantiene, de “San Gregorio”[7]. Aquel terreno inicial se corresponde, aproximadamente, con la denominada Zona Restringida, usada básicamente por las unidades de guarnición en Zaragoza. En los años 1974 y 1976, su extensión fue ampliada hasta los límites actuales, que cubren unas 34.000 Ha y alcanzan un perímetro de 108 km. Como dato de interés, citaremos que la plantilla inicial de la comandancia Militar del Campo de Maniobras fue publicada en mayo de 1975 y, tras sucesivas reorganizaciones, a principios de 1999, fue creado el Centro de Adiestramiento “San Gregorio”, dependiente de la Dirección de Enseñanza, Instrucción, Adiestramiento y Evaluación, integrada en el MADOC. 

Ya en 2001, la unidad fue trasladada al Acuartelamiento General Quintana, cuya amplitud le permitió crecer de forma exponencial, lo cual era imprescindible para permitirle cumplir con las nuevas misiones que le fueron encomendadas, para estar a la altura de las exigencias del nuevo procedimiento de instrucción y adiestramiento creado por nuestro Ejército, de forma similar al usado en otros países de nuestro entorno.

A lo largo de su ya dilatada existencia, una gran cantidad de militares (sobre todo españoles pero también extranjeros), que pueden contarse por cientos de miles[8], ya han pasado por el campo de maniobras de San Gregorio, realizando toda clase de ejercicios tácticos y de tiro, que han marcado su recuerdo para siempre; de hecho, lo cierto es que actualmente ya no se trata únicamente de un campo de maniobras, por más que sea el mayor y uno de los mejores de toda Europa Occidental, sino que debemos definirlo como un verdadero Centro de Excelencia del Ejército español, dedicado a mejorar y facilitar la instrucción del personal y el adiestramiento de las unidades.


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Autor

  • Francisco P. Fernández Mateos

    Como militar ha realizado labores de mando de Sección, Escuadrón, Grupo y de Regimiento (8 meses con carácter accidental), así como de administración (depósito de víveres), de plana mayor de Regimiento y enseñanza superior (Academia General Militar). Además, ha participado en diferentes programas de adquisición de materiales (radar Arine, soporte de lanzamisiles Milan para BMR, LMV lince, RG-31, VRC-105 Centauro, futuro VCR 8x8, etc), habiendo sido Jefe del Programa Pizarro Fase II / Centauro, entre 2007 y 2013. Como analista ha publicado más de 500 artículos, diferentes manuales militares, 14 revistas monográficas y 13 libros en formato papel y/o electrónico.

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