
Los globos cautivos llevan empleándose más de un siglo en misiones ISR (Intelligence, surveillance and reconnaissance). En función del escenario, son un alternativa mucho más barata y razonable que los aviones, sean tripulados o no. A lo largo de las próximas líneas analizaremos las capacidades de algunos de estos aparatos, compararemos su rendimiento y coste tanto de adquisición como de operación con el de las plataformas en servicio y hablaremos sobre aquello que podrían aportar tanto a nuestras Fuerzas Armadas (FAS) como a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE).
“Los servicios prestados para adquirir conocimientos
del campo enemigo han sido de gran utilidad, toda vez que,
aunque no pueda llegarse nunca con los procedimientos
empleados a la exactitud de los levantamientos topográficos
con un error determinado, en casos como el presente, en
que era ignorada la forma del terreno en mucha parte de él,
será muy razonable el empleo del Servicio Aerostático”Ministro de la Guerra, Estado Mayor Central. Campaña de Melilla 1909.
La primera utilización de aeronaves con fines de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR)[1] se realizó con aerostatos, es decir con vehículos aéreos menos pesados que el aire. En España su utilización con fines bélicos se remonta a la Campaña de Melilla en 1909, donde sus tripulaciones “confeccionaron planos, croquis e hicieron fotografías del campo propio y del enemigo a la vez que dirigían el tiro de la artillería. En muchas ocasiones sus servicios fueron de gran importancia para el desarrollo de las operaciones”[2]. Demostradas las ventajas de los vectores aéreos para este tipo de misiones, su uso se extendió a las aeronaves tripuladas, con posterioridad a los satélites y más recientemente a los vehículos aéreos no tripulados (VANT). Es en el campo de los VANT, donde se han producido los mayores avances en las misiones ISR desde aeronaves, debido a las especiales características de estas plataformas.[3]
Los aerostatos desde su utilización con fines militares en la Segunda Guerra Mundial fueron perdiendo en importancia, quedando relegada su misión a fines principalmente comerciales o recreativos[4]. No fue hasta principios de los años 80, cuando varias naciones recuperan estos artefactos con fines militares y de seguridad[5], ya que se demuestran de gran utilidad cubriendo numerosas carencias que otro tipo de vectores no pueden asumir en misiones como ISR.
En la actualidad un gran número de naciones, así como de actores no estatales, están potenciando el uso de aerostatos en diversos tipos de misiones, que pueden llegar a cubrir desde el nivel estratégico al operacional y táctico.
La ISR como proceso, es una actividad que sincroniza e integra la planificación y las operaciones de sensores, activos y sistemas de procesamiento, explotación y difusión en apoyo directo de las operaciones[6] en tiempo de paz, crisis o conflicto. Por lo cual, es una actividad global e integrada que permite la utilización de múltiples de activos desde multitud de dominios. El objetivo de este documento es analizar las ventajas y desventajas de este tipo de vectores para las misiones ISR, y su posible integración en las Fuerzas Armadas (FAS) y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE).

Globos cautivos y misiones
Un aerostato según la Real Academia Española (RAE) es una “aeronave provista de uno o más recipientes llenos de un gas más ligero que el aire atmosférico, lo que la hace flotar o elevarse en el seno de este”. Existen dos clases principales de aerostatos; los dirigibles[7] y los globos[8]. Este estudio se centrará en el análisis de los aerostatos de clase globo y dentro de estos los denominados de tipo cautivo, es decir aquellos que están unidos a la superficie por un sistema de cabestrante.
Los globos cautivos utilizados en misiones ISR son generalmente de tipo flexible o semirrígidos[9], no tripulados y de funcionamiento por gas inerte, generalmente helio. Su tamaño dependerá de la carga de pago que puedan portar y de la altitud de operación. El tamaño será mayor cuanta más carga de pago puedan sustentar. En cuanto a su forma, para altitudes de operación bajas suelen ser esféricos, teniendo formas más aerodinámicas, normalmente de vaina con aletas estabilizadoras, a mayores altitudes debido principalmente a que los fenómenos meteorológicos como el viento suelen aumentar con la altura.
Pueden estar anclados a la superficie por uno o más cables. El denominado cable principal, además de mantener al globo en su posición estabilizada, proporciona por norma general potencia eléctrica para la carga de pago y ejerce de enlace de comunicaciones entre la carga de pago y la estación en tierra.
La estación en tierra cuenta con el sistema de cabestrante y el sistema de aporte de gas. Estas estaciones, de distintas dimensiones en función del tamaño del globo, son de tipo remolcable para los sistemas de menor tamaño y de tipo modular para los de mayores dimensiones. Suelen ser fabricadas para ser adaptadas en contenedores tipo ISO[10], con el objeto de facilitar su transporte.

Aerostatos para misiones ISR
Las misiones ISR son aquellas dedicadas a la observación sistemática de un área de interés para obtener información, analizarla y proporcionar inteligencia a los órganos decisores. Este tipo de misiones es realizado por un gran número de sistemas espaciales, terrestres, marítimos, aéreos y cibernéticos. Es de reseñar que las misiones de vigilancia y reconocimiento son similares, pero difieren en dos elementos esenciales, el espacio y el tiempo. Mientras el reconocimiento es limitado en tiempo y espacio, la vigilancia tiene un carácter estático y de continuidad en el tiempo, así como amplitud de espacio[11]. La importancia de esta distinción es esencial para valorar las capacidades de los sistemas ISR empleados, donde no solo priman las características y capacidades de la carga de pago, sino también la permanencia o autonomía de esta para realizar la misión, bien sea de reconocimiento o de vigilancia.
En el dominio aéreo predominan las aeronaves de vigilancia y reconocimiento tripuladas y no tripuladas, tanto de ala fija como rotatoria, siendo los aerostatos artefactos poco conocidos y empleados solo por un número reducido de países.
Los globos cautivos dedicados a labores ISR son principalmente de tres tipos: Estratégicos, operacionales y tácticos. Las performances para clasificar cada una de las categorías pueden variar según distintas fuentes, siendo la siguiente clasificación un marco de referencia para el análisis en este documento[12]:
- Estratégicos: Los sistemas de globo cautivo estratégicos son los de mayor tamaño. Su altitud de operación está entre 10.000 y 20.000 pies. Su carga de pago oscila entre los 1.700 y 3.500 kilos. Su autonomía de vuelo es superior a los 30 días.
- Operacionales: Los sistemas de globo cautivo operacionales son de tamaño medio. Su altitud de operación está entre 3.000 y 5.000 pies. Su carga de pago oscila entre los 150 y 380 kilos. Su autonomía de vuelo es superior a los 7 días.
- Tácticos: Los sistemas de globo cautivo tácticos son los de menor tamaño. Su altitud de operación está en torno a los 1.000 pies. Su carga de pago es de al menos 15 kilos. Su autonomía de vuelo varía en función del fabricante, proporcionando tiempos de vuelo desde 18 horas hasta más de 5 días.
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