
En las últimas horas, el mundo ha vivido pendiente del destino del submarino indonesio KRI Nanggala (402) y muy especialmente de los 53 hombres que componían su dotación. Después de días de intensa búsqueda y nervios, ayer día 25 se confirmaban las peores sospechas, al localizarse restos del submarino que solo podían corresponderse con un hundimiento catastrófico. En las próximas líneas analizaremos tanto las causas probables del hundimiento del KRI Nanggala, como las lecciones que podemos extraer y que son de aplicación para una Armada Española con francos problemas para llevar al día el mantenimiento de sus unidades.
Esta semana hemos vivido con desesperación la búsqueda del submarino KRI Nanggala (402) de la Marina Indonesia[1] (en indonesio Tentara Nasional Indonesia). Las posibilidades eran remotas, se encontraba a 800 m de profundidad y la reserva de aire daba para unas escasas 72 horas.
El miércoles, la comunidad submarinista internacional se levantó con una alerta ISMERLO. No se trataba de un ejercicio como habitualmente hacemos, era una alerta real por la desaparición de un submarino, en lenguaje naval un SUBMISS (del inglés Submarine Missing).
En ese momento toda la maquinaria se pone en marcha: India, Malasia, Singapur, y Australia ofrecen medios para el rescate del KRI Nanggala. Las marinas occidentales también nos unimos al esfuerzo. Desaparecen las rivalidades, pues se trata de salvar a unos submarinistas en peligro. Es algo que vivimos anteriormente con el ARA San Juan y con el Kursk, aunque en ambos casos sirvió de poco.

El KRI Nanggala (402) es un submarino de la clase alemana U-209/1300 que se empezó a construir en Alemania en 1977 y que lleva en servicio en la Marina Indonesia desde 1981. Botado el 4 de septiembre de 1980 en los astilleros de Howaldtswerke-Deutsche Werft (HDW) de Kiel, empresa que después sería absorbida por Thyssenkrupp pasando a llamarse Thyssenkrupp Marine Systems (TKMS)[2].
Este submarino es un modelo relativamente pequeño de 1.395 toneladas de desplazamiento, 59.5 metros de eslora, 6.3 metros de manga y un calado de 5.5 metros. Respecto al armamento, cuenta con la capacidad de portar 14 torpedos con 8 tubos de 533 mm, 6 en estiba y 8 en los tubos.
En esta salida de adiestramiento, el Nanggala llevaba a bordo a 53 personas, 49 miembros de la tripulación, el Comandante y 3 personas más del arsenal. El KRI Nanggala (402) estaba mandado por el capitán de fragata de la Marina Indonesia Heri Octavian, quien llevaba de comandante un año, y anteriormente había sido director de la prestigiosa Escuela de Submarinos de Indonesia Sekasel (del indonesio Sekolah Kapal Selam) con más de 50 años de historia.

El KRI Nanggala (402) había estado dos años en proceso de revisión o gran carena, entre 2010 y 2012, en los astilleros Daewoo Shipbuilding Marine Engineering (DSME) de Busan en Corea del Sur, unos astilleros que se encuentran a la cabeza de la construcción naval submarina mundial con más de una decena de submarinos construidos en los últimos años, tres para la Marina Indonesia[3]. Así, al menos en teoría, sus condiciones eran buenas para el servicio.
El KRI Nanggala (402) era el segundo submarino indonesio clase U-209/1300 en ser revisado en las instalaciones de DSME después de que KRI Cakra (401) hiciera su gran carena entre 2006 y 2008.
Durante el proceso de revisión, el KRI Nanggala (402) fue modernizado, sustituyendo parte de su propulsión, sonar, radar, sistema de armas y sistema de combate, quizás el elemento más ambicioso de estas obras. Esta modernización le permitía disparar y filoguiar simultáneamente cuatro torpedos en una sola salva dirigida contra hasta cuatro objetivos diferentes. El pequeño submarino de 1.395 toneladas también podía disparar hasta ocho torpedos al mismo tiempo y varios tipos de misiles que incluían Harpoon, Exocet u otros modelos.
Ese mismo año, 2012, el Ministerio de Defensa Indonesio había firmado un contrato para adquirir tres submarinos de la clase Nagapasa (variante de la clase U-209/1400) por valor de unos 1.100 millones de dólares. Los dos primeros submarinos se fabricarían en Corea del Sur, mientras que el tercero, el KRI Alugoro (405), se ensamblaría en las instalaciones del astillero estatal PT PAL en Surabaya a través de un mecanismo de transferencia tecnológica[4].
“The successful delivery of Indonesian submarine No. 3 is a feat that Daewoo Shipbuilding & Marine Engineering, PT.PAL shipyard, and the ROK Navy and Indonesian Navy united together.”
Park Doo-seon Vicepresindente de DMSE
El KRI Alugoro (405) está pendiente de finalizar sus pruebas y se espera que entre en servicio a finales de este año. Recordemos que es el primer submarino que se construye en Indonesia con ayuda de ingeniería y transferencia de tecnología de DSME. Los dos primeros, KRI Nagapasa (403) y KRI Ardadedali (404), fueron construidos por DSME en su su astillero de Okpo (Geoje) y entraron en servicio en agosto de 2017 y abril de 2018, respectivamente.

Los tres submarinos fueron adquiridos bajo un primer contrato firmado en 2011, al que seguiría un segundo contrato en 2019 para tres barcos más cuya cifra es desconocida y que Yakarta está reconsiderando, ya que está explorando la posibilidad de aumentar aún más su flota de submarinos hasta las 12 unidades.
La clase Nagapasa deriva del diseño coreano para la clase Chang Bogo y que, a su vez, deriva del alemán U-209/1400, similar a los submarinos portugueses. El Chang Bogo mide 61,2 m de eslora con una manga de 6,25 metros. Los planes de Indonesia son contar con una fuerza submarina de hasta 12 submarinos convencionales.
Pasemos a hablar del rescate y de la hipótesis de por qué se ha podido perder un submarino como el KRI Nanggala (402) en tiempo de paz, cuando llevaba menos de 8 años desde su última gran carena y nada parecía presagiar que esto pudiera pasar.

Gracias por el oportuno articulo, Christian. Mi sentido pésame a las familias de los submarinistas indonesios.
Una pregunta ignorante que surge, aunque me imagino la respuesta ¿tienen los submarinos algun dispositivo tipo caja negra? averiguar que paso me parece dificilisimo
No tienes como tal, sí podrías recuperar información del sistema de combate pero no en accidentes como este que dejan al submarino destrozado. Una verdadera desgracia y para el resto de la comunidad submarinista, es muy importante analizarlo para no tener los mismos fallos.