Rusia y la zona gris

La aproximación rusa a las acciones en la zona gris

Dentro del elenco más amplio de las estrategias híbridas, la zona gris está adquiriendo un gran protagonismo, debido a que puede ser empleada para influir de modo decisivo en el ámbito geopolítico. Rusia está en boca de todos como uno de sus principales avaladores. En este artículo desentrañamos las razones y los medios empleados, incluyendo varios casos reales. La zona gris hace referencia a uno de los diversos escenarios en los que los actores internacionales persiguen sus objetivos. Sobre todo, los Estados, aunque es factible su empleo por parte de actores protoestatales (warlords, grupos terroristas con aspiraciones de control territorial, como Hezbollah o DAESH, e incluso estructuras políticas subestatales). La zona gris presenta ciertos resabios de la añeja political warfare, propia de la Guerra Fría. La filosofía subyacente es presionar a los rivales geopolíticos, pero sin forzar un casus belli, aunque en muchas ocasiones se juegue al límite de esa eventualidad: en el filo de la navaja. De ahí que se suele decir que, aunque (relativamente) moderada en sus formas, la zona gris sea agresiva en sus fines. Volveremos sobre ellos en los próximos párrafos.

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