Furious vs Phantom

Acero contra Inteligencia Artificial

Con la adquisición del “Ajax”, los británicos también se han decantado a favor de un blindado de reconocimiento dotado de un cañón de 40 mm y un lanzamisiles contracarro.

 

Furious vs Phantom

Acero contra Inteligencia Artificial

 

Por Yago Rodríguez Rodríguez

A lo largo de estas breves líneas pretendemos aportar una visión atípica y crítica sobre el análisis de esas nuevas tecnologías que pueden llevarnos a una Revolución en los Asuntos Militares o incluso a una Revolución Militar y que sin embargo, aunque no se le conceda la debida atención, van siempre acompañadas del desarrollo de un hardware que bien puede marcar la diferencia entre la victoria y la derrota.

Hoy día existe entre los expertos en defensa una tendencia exagerada a valorar el futuro de la guerra y las capacidades de los ejércitos, de las armas y de las plataformas, en base a elementos que en muchos casos podríamos calificar de intangibles. Nos vienen a la mente términos como Mando y Control, Comunicaciones, Computación, Inteligencia, Reconocimiento o Vigilancia, términos recogidos en multitud de acrónimos cada vez más complejos (C2, C3, C4, C4I, ISTAR, ISR…) o bien conceptos poco claros como Inteligencia Artificial, Conciencia Situacional o Multiplicadores de Fuerza y doctrinas cada vez más esotéricas (RUK, Airland Battle, Letalidad Distribuida, Batalla Multidominio, Guerra Mosaico…).

En este sentido, creemos haber refinado nuestros análisis mediante la inclusión de estos elementos inmateriales que revisten una obvia importancia en los resultados de las batallas. Así, conceptos como la cantidad o el grosor del calibre o los milímetros de blindaje pasan a un segundo plano, cuando no al olvido en muchos análisis, dando por descontado que son esos intangibles de los que hablábamos y no la calidad de la plataforma lo que va a decidir el combate, porque: ¿Quién necesita verdaderos carros de combate teniendo la posibilidad de desplegar blindados hiperconectados e inteligentes como el Ajax o el futuro Carmel israelí? Es aquí donde reside el error.

En el pasado existió un marcada tendencia a sobrevalorar los elementos de hardware por encima de otros factores, como la logística o las comunicaciones. Quizá porque en tiempos analógicos un calibre mayor o más blindaje eran definitivos respecto al desempeño en combate, era fácil caer en la tentación del «cuanto más grande, mejor», buscando siempre pequeños incrementos en cuanto a rendimiento de motores o cañones. Hoy, por el contrario, empezamos a caer en el extremo opuesto, olvidando que todo es una cuestión de equilibrio.

No venimos aquí a negar la importancia del C4ISR (Command, Control, Communications, Computers, Intelligence, Surveillance and Reconnaissance o Mando, Control, Comunicaciones, Computación, Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento) o la cibernética. Más bien al contrario, pensamos que su inclusión y su importancia en la guerra moderna es tan fundamental que resulta obvia para cualquier especialista en defensa, y afirmar sus bondades no constituye novedad alguna, ni es muestra de un análisis profundo.

En cambio, sí representa un análisis profundo concretar las arquitecturas de red, la organización de las comunicaciones, el papel detallado de la Inteligencia Artificial, los tempos de su maduración tecnológica y sobre todo, las desventajas de todas estas tecnologías, y los desequilibrios que pueden generar, a nuestro favor o en nuestra contra, al combinarse en un hardware concreto que puede no ser el ideal. En cualquier caso, esta pugna entre lo intangible e inmaterial contra el pesado acero, tiene antecedentes históricos que es pertinente estudiar para ponderar mejor nuestros análisis. He aquí un ejemplo muy simple, el del carro de combate alemán

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