
Fuerzas Acorazadas en Iberoamérica
Una situación cada vez más desequilibrada
Por Yago Rodríguez Rodríguez
Cuando se piensa en el arma acorazada, en su doctrina, en sus plataformas, y en su historia, normalmente vienen a la mente imágenes de la llanura europea, de los desiertos árabes, de los barrizales soviéticos o de los desfiles chinos. Rara vez nos acordamos de que las fuerzas acorazadas también están muy presentes, y con una rica y variada historia, en Iberoamérica.
Tras la Primera Guerra Mundial, dadas las experiencias vividas en la última parte del conflicto, la combinación de motorización, blindaje y potencia de fuego fue intensamente estudiada en Europa, materializándose en numerosos vehículos blindados que vieron la luz durante el periodo de entreguerras. Mientras tanto, al otro lado del Atlántico, una Iberoamérica centrada en sus asuntos internos fue siguiendo con lentitud y distancia la senda abierta en el viejo continente.
En Iberoamérica. los incentivos para “acorazar” los ejércitos eran mucho menores que en Europa, debido a diversos factores, entre los que se cuentan la complicada orografía, el estado de desarrollo de las infraestructuras ferroviarias y viales o de la industria pesada, la distancia respecto a los posibles proveedores, la enorme inversión que exigían los carros, su huella logística, el grado de tecnificación de unos ejércitos en los cuales el caballo seguía siendo un símbolo de prestigio.
Como quiera que el progreso a menudo es imparable, y más aún cuando los conflictos estallan, entre 1932 y 1935 Bolivia y Paraguay se enfrentaron en la Guerra del Chaco. Por aquel entonces, los bolivianos fueron pioneros en el empleo de formaciones blindadas logrando un enorme éxito al arrollar las posiciones paraguayas, a pesar de que el número de vehículos empleados fue bajo.
En realidad, hasta 1945 hubo muy pocos tanques en Iberoamérica, sin embargo con el fin de la Segunda Guerra Mundial los excedentes de blindados permitieron a Estados Unidos llevar a cabo una política en la que se entregaba ayuda militar a cambio de apoyo, algo especialmente importante en el marco de la Guerra Fría. Fue este interés de Estados Unidos el que realmente introdujo el carro de combate en cantidades importantes en el subcontinente y es así como los carros ligeros M3 Stuart y medios M4 Sherman, los cazacarros M-18 Hellcat y los semioruga M2/M3 conformaron el grueso de las primeras fuerzas blindadas de importancia en la región.
Conviene recordar que los blindados siempre han sido productos caros, que incluso de origen soviético y pagados a tocateja son costosos, como bien nos recuerdan las reservas de oro del Banco de España que acabaron en Moscú para pagar todo el material utilizado en la Guerra Civil. Debido a lo anterior, es importante remarcar que en muchos casos el que ciertos países hayan obtenido un arma acorazada respetable al comienzo de la Guerra Fría se debe al apoyo de potencias extranjeras, y no tanto a la disponibilidad presupuestaria.
La otra cara de la moneda pasa por la motivación de la ayuda en forma de material blindado, y es que el objetivo primario de la misma no siempre es reforzar al receptor, sino más bien librarse de material obsoleto, obtener réditos políticos e incluso generar dependencias, pues el receptor no siempre cuenta con la infraestructura y capacidades adecuadas para operar y mantener el material que le donan.
De entre toda la ayuda estadounidense concedida durante la Guerra Fría, destacan los vehículos de transporte de personal (APC) M-113. Este vehículo sigue siendo extensamente empleado en la región, cumpliendo un rol en el que no tiene reemplazo, y proveyendo capacidades clave. El M-113 era la ayuda ideal. Se trata de un vehículo extremadamente simple, de fácil mantenimiento y operación, con blindaje para proteger del armamento de bajo calibre, suficientemente ligero como para ser helitransportado, y con capacidad para moverse por cursos de aguas tranquilas. Asimismo puede ser modificado para cumplir con misiones de todo tipo: puesto de mando, portamorteros, Vehículo de Combate de Infantería (VCI), sanitario, etcétera.
Junto a la expansión del transporte a motor civil, lo mismo ocurrió en los ejércitos de Iberoamérica, de tal forma que la motorización hizo que añadir blindaje y potencia de fuego fuera el summun de dicha motorización y un requisito muy importante para cualquier fuerza armada mínimamente moderna. Partiendo de esta base, lo que determinaría el esfuerzo de cada país por dotarse de una u otra arma blindada sería tanto el pensamiento de los militares de cada nación, como las simpatías políticas con hacia una u otra superpotencia.
También es destacable el gran papel que ha jugado la geografía y la historia en el desarrollo de las armas acorazadas de Sudamérica. La densa selva amazónica, repleta de corrientes de agua, suelo blando, tormentas tropicales, elevada humedad y una densa e inaccesible cubierta vegetal. La cordillera de los Andes, con sus picos a temperaturas árticas, con nieve y viento, con la falta de oxígeno para los grandes motores de combustión de los carros, con sus carreteras de un solo carril, y sus endebles puentes. El desierto de Atacama, con la arena que ahoga los motores y tapona los filtros, con el calor que produce el sobrecalentamiento de los vehículos y sus subsistemas y que afecta a las ópticas y a los sistemas de guía térmica. Las grandes megalópolis como Rio de Janeiro, Caracas, Méjico DF, o Buenos Aires, con grandes rascacielos, cascos históricos y zonas de chabolas. Todos estos y otros factores han sido determinantes en la elección de los medios blindados y acorazados.
Además, las extensiones de terreno son enormes, la naturaleza muy viva y por tanto la presencia humana escasa más allá de las principales arterias de comunicación, por lo que la posibilidad de maniobrar táctica u operacionalmente es muy complicada y requiere de un apoyo enorme de ingenieros, a la vez que los vehículos de oruga son muy lentos por carretera, lo que no comulga bien con la necesidad de intervenir rápidamente en una amplia franja de terreno.
La logística es, por tanto, un problema añadido. El material a menudo es obsoleto y las empresas lo suministran desde el otro lado de un océano, normalmente el Atlántico, pero cada vez más desde el Pacifico debido al aumento de la presencia China. En conjunto, las industrias de defensa regionales están poco desarrolladas, con la única excepción de Brasil. Sin embargo, en lo que al parque acorazado se refiere, se han perdido todas las oportunidades.
Precisamente Brasil se permitió que quebraran Bernardini y Engesa, incluso a pesar de que esta última había logrado con los Cascabel y los Urutu grandes éxitos de exportación. Ambas quiebras se debieron a la falta de apoyo gubernamental y al desperdicio de recursos en proyectos infructuosos de carros de combate.
En Argentina la corrupción y la mala gestión de los sucesivos gobiernos echó por tierra la independencia y los conocimientos que se podrían haber atesorado mediante el TAM, mientras que la empresa estatal TAMSE, no ha sido más que un pozo sin fondo para las arcas públicas.
En Perú, el ingeniero Sergio Casanave, en colaboración con la compañía ucraniana KMDB, ofrecieron algunos productos sumamente interesantes, pero la corrupción y una dirección de las adquisiciones nefasta han impedido el progreso de este germen de cooperación industrial. Tampoco ha existido apoyo institucional para lograr que el Tifón 2A ucro-peruano obtuviera algún éxito de exportación, lo que teniendo en cuenta el número de usuarios del T-55 en el mundo y las mejoras que incluía el carro, no habría sido un reto insuperable.
En materia de blindados, la región es muy dependiente, destacando los productos americanos derivados en buena parte del Tratado de Río, aunque no es el único país que ha logrado éxitos exportadores:
- Por parte estadounidense destacan los V-100 como blindados sobre ruedas y los M-113 sobre orugas. Asimismo, los más modernos LAV también han conseguido algún éxito.
- Los franceses lograron enormes éxitos de exportación en el pasado, con las familias Roland, AMX-13 y AMX-VCI, pero poco más, con la salvedad de algunos blindados de caballería y algunos tanques AMX-30.
- Los soviéticos y posteriormente Rusia han colocado material en Perú, Cuba, Venezuela, Uruguay y Nicaragua, pero hoy día Ucrania, Bielorrusia, China e incluso Israel compiten en el sector.
- Los tanques alemanes sin duda han sido los más exitosos de la región, contando entre estos al Leopard 1 (si bien parte de los Leopard 1 son versiones belgas u holandeses), al Leopard 2, al VCI Marder, y en cierto sentido, también al TAM.
- España por su parte, salvo un puñado de VAMTAC y de BMR-600, no pinta nada, igual que Reino Unido con sus Scorpion y algún otro blindado.
- Los chinos han accedido tímidamente a la región, destacando el caso del MBT-2000 en Perú y los blindados chinos de la infantería de marina venezolana, sin embargo han existido muchas quejas sobre la calidad del material entregado. No obstante, se aprecia una cierta tendencia de China a intentar colocar su material en los países con presupuestos de defensa más reducidos.
En lo que a armamento antitanque moderno se refiere, destacan los misiles Spike israelíes y los Kornet rusos, y en menor medida los TOW, Milan y HJ-8 chinos.
Quizás el mayor problema es que muchos países quizás no van a tener la opción de renovar su flota de blindados debido a las carencias presupuestarias que les obligarán a decantarse por vehículos con un menor mantenimiento. En esta situación están Uruguay, Paraguay, Bolivia o Perú, con unas fuerzas acorazadas cuyo futuro es todo un interrogante.
En materia política, los eventos más condicionantes han tenido mucho que ver con la Guerra Fría. En primer lugar, porque la confrontación con el comunismo en la región dio lugar a numerosas guerrillas, golpes de estado, divisiones dentro de los ejércitos, y en definitiva a que las Fuerzas Armadas se vieran obligadas a centrarse en cuestiones internas. Con la caída de la URSS, el ambiente ha cambiado, pero han persistido algunos grupos guerrilleros y terroristas propios de la Guerra Fría, y en cierta medida los cárteles y el crimen organizado han tomado el relevo.

Cuba
Uno de los casos más curiosos es el de Cuba, en donde la influencia de la URSS se hizo sentir cuando llegaron cantidades ingentes de blindados de las series T-34-85, T-55 y T-62, VCI BMP-1, APC BTR-50, vehículos de reconocimiento BRDM-2 y carros ligeros anfibios PT-76, blindados aerotransportados BMD-1, artillería autopropulsada 2S1 Gvodzika de 122 mm y 2S3 Akatsiya de 152 mm, así como un gran número de blindados sobre ruedas BTR-60.
Las fuerzas acorazadas y el pensamiento cubano sobre el empleo de los blindados han variado poco a lo largo del tiempo, y están anclados en el pasado empleando carros que en el mejor de los casos son T-62M y VCI BMP-1P posiblemente con pocos repuestos, entrenamiento y con reservas de combustible limitadas.
El bloqueo económico desde los años 60 ha surtido efecto, y más aún cuando desapareció la URSS, dejando al ejército cubano sin su principal proveedor de material a bajo coste.
Las principales modificaciones que ha llevado a cabo Cuba en sus blindados pasan por la transformación de las barcazas para incorporar nuevas piezas de artillería -como ocurre con los BRDM-2, que han sido modificados para llevar un mortero pesado M1938-, los APT-T-130, que son T-34 modificados para montar una pieza de 130 mm, o los camiones Júpiter I y II, dotados de la misma pieza. También encontramos T-34 que ahora incorporan una torre abierta con un cañón KS-19 de 100 mm capaz de efectuar funciones antitanque y antiaéreas, aunque estas últimas sólo de forma marginal. O los BTR-100 y BTR-115, en esencia BTR-60 altamente modificados que incorporan los cañones D-10T (100 mm) y UT-5S (115 mm) respectivamente.
El principal problema de Cuba a nivel operativo reside en la logitud de la isla, que dificulta concentrar las fuerzas en un solo lugar, por lo que la movilidad, en particular de la artillería, parece haber sido el elemento que más atención ha recibido de los cubanos. En base a lo observado, pensamos que las FFAA cubanas tienen cuatro grandes características, a saber, el énfasis puesto en la ocultación, la ligazón territorial de las unidades, el combate en condiciones de calor y humedad, y el empleo de tácticas obsoletas y a la vez de algunos medios modernos.
En caso de guerra Cuba sería un objetivo muy fácil para las fuerzas aéreas de Estados Unidos. Esto era un hecho en los años 50, y tiene incluso más importancia hoy, así que es normal que los cubanos pongan un especial énfasis en la ocultación de sus blindados hasta el momento anterior al combate.
A su vez, la largura de la isla que facilita los desembarcos, lo que unido a la posibilidad de una agresiva campaña aérea contra la retaguardia cubana hacen que sea necesario disponer de unidades con una orgánica fuerte, capaces de operar en su territorio de forma autónoma hasta que puedan llegar refuerzos.
Los cubanos, además deberían estar acostumbrados y tener mucha experiencia en climas húmedos y de altas temperaturas, no sólo por la propia Cuba, sino también por sus intervenciones en Angola, donde además usaron el mismo material que mantienen hoy día.
En el pasado, para proteger sus territorios insulares, Cuba contó con una fuerza blindada anfibia interesante, dotada de APC BTR-50 y de carros ligeros PT-76, sin embargo esta fuerza seguramente hoy día se encuentra en muy mal estado.
En contraposición a la mayor parte de los países de la región, fruto de la revolución cubana y de la influencia soviética, la guerra se considera un evento que embarca a la totalidad del estado, con lo que estamos ante un ejército popular. Esto en la práctica se ha traducido en un elevado número de reservistas, y sobre todo en tres organizaciones constituidas para ayudar directa o indirectamente a las FFAA, principalmente en labores de retaguardia, pero también de combate llegado el caso. Encontramos al Ejército Juvenil del Trabajo, a las Brigadas de Producción y Defensa, y a las Milicias de Tropas Territoriales. Mientras que las dos primeras aportarían principalmente mano de obra para construir defensas y reunir recursos, las segundas servirían para encuadrar una leva de reservistas que a su vez ayudaría a engrosar a las FFAA y a los mandos territoriales.
No está claro el número de unidades blindadas con que cuenta Cuba, ni su ubicación exacta, ya que los datos disponibles tienen más de quince años, y entretanto las FFAA han sufrido grandes cambios.
En cualquier caso, la debilidad económica apunta a que la operatividad y el número de efectivos serán muy bajos, aunque posiblemente de nivel batallón para abajo existan algunas unidades razonablemente entrenadas y equipadas. Hay que recordar la habilidad con la que los cubanos lidiaron con los sudafricanos en Angola. Por lo demás, también carecen de armas antitanque modernas y en realidad de casi cualquier cosa anterior al año 2000, con la excepción de algunos drones.
Hubo un tiempo en que Cuba fue el estado militarmente más fuerte de América, tras los propios Estados Unidos, una época en que contaban con material moderno y personal numeroso y muy bien entrenado. Sin embargo esos tiempos pasaron y hoy las FFAA cubanas son sólo una triste sombra que no ve la luz al final del túnel.

Venezuela
Venezuela cuenta con tres cuerpos armados concebidos para el combate en tierra, a saber la Guardia Nacional Bolivariana, una suerte de infantería ligera particularmente fiel al gobierno, la Milicia Nacional Bolivariana, que encuadra a millones de reservistas y, por último, el Ejército Nacional Bolivariano (ENB), que es quien controla a las unidades blindadas. La Armada Nacional Bolivariana cuenta con una potente fuerza blindada anfibia para su infantería de marina.
En cuanto al parque acorazado venezolano, nos encontramos con carros T-72B1 o T-72M1M, de los que se suministraron 92 junto a 5 vehículos de recuperación BREM-1. Estos vehículos probablemente no tienen capacidad para emplear misiles, sus ópticas son mediocres y su blindaje es de tipo compuesto, pero no Chobham. Eso sí, cuenta con blindaje reactivo de primera generación Kontakt-1.
En el pasado Venezuela recibió alrededor de 82 AMX-30B procedentes de Francia. Durante los años 90 la empresa norteamericana Continental Motors convirtió estos tanques a la versión AMX-30V, dotada de un nuevo motor y transmisión, cambios en las dimensiones de las barcazas, un nuevo Sistema de Control de Tiro (SCT) completamente computerizado, con la estabilización mejorada y telémetro láser. Es probable que parte de los AMX-30 hayan sido dados de baja, si bien es cierto que se ha planteado la modernización de estos al estándar AMX-30VE, que sería equipado con el sistema GLONASS, una Unidad de Potencia Auxiliar (UPA), nuevas radios y optrónica israelí.
Otros materiales suministrados por Rusia incluyen 123 VCI BMP-3M, un blindado que sólo protege frente a armas ligeras, pero que dispone de una enorme potencia de fuego gracias a su cañón de baja presión de 100 mm, y a sus dos armas coaxiales: un cañón de 30 mm y una ametralladora media. Además, el cañón principal puede disparar misiles antitanque.
También se adquirieron 114 BTR-80A, blindados sobre ruedas con una protección mínima, pero dotados de una torreta con un cañón de tiro rápido de 30 mm y lanzaartificios. Otros blindados incluyen en torno a 80 Scorpion-90, una treintena de AMX-13/90, y un gran número de APC sobre ruedas como el UR-416, el Fuchs, los Dragoon, o los V-100.
Las principales unidades blindadas se encuadran en la 1ª División de Infantería, y en la 4ª División Blindada, que cuentan cada una con una brigada acorazada, la 11ª y la 41ª respectivamente. Sin embargo, los apoyos orgánicos de artillería y defensa aérea los proveen brigadas separadas que se asignan desde el escalón divisionario. La 1ª División con sede en Maracaibo está dotada de AMX-30V, AMX-13C/90, AMX-F3 de 155 mm. Sita en Maracay, la 4ª División Blindada es la unidad más pesada del ENB, al contar con una brigada de defensa aérea, otra brigada de artillería, una brigada de infantería paracaidista, que seguramente es de la mejor infantería de línea con la que cuenta Venezuela, y una brigada blindada ligera.
Se trata de un modelo de división centralizado y más propio de la Guerra Fría que de una fuerza moderna y flexible. Es muy probable que debido a las carencias presupuestarias no se efectúen suficientes ejercicios militares como para que todas las unidades de la división sean capaces de coordinarse bien. En caso de guerra es también probable que la división fuera desbrozada en los batallones más operativos, que serían repartidos por toda la geografía para atender a las necesidades militares.
La elección de la urbe de Maracaibo como sede de la 1ª División no es ninguna casualidad, ya que el Lago Maracaibo divide el este de Venezuela en dos, y el punto de cruce más estrecho está en el cuello que domina dicha urbe y que incluye a las autovías 3 y 6. Maracaibo es la encrucijada de la autovía 6 que luego se vierte en dirección norte y sur respectivamente, es decir hacia la zona en disputa de la Guajira. Efectivamente, la 1ª División está orientada a un conflicto en la frontera colombiana en general, y en la Guajira en particular. De hecho, los AMX-30V tienen su base en Fuerte Mara, en plena Guajira.
Idealmente, las unidades de la 4ª DB estarían protegidas por lanzamisiles antiaéreos portátiles (MANPAD) Mistral e Igla de corto alcance, y por los sistemas BUK a medio alcance. Su artillería incluiría a las piezas autopropulsadas MSTA-S de 152 mm y lanzacohetes BM-21 Grad, e incluso LAR-160 montados sobre chasis de AMX. Las unidades blindadas contarían con infantería mecanizada en BMP-3M y carros de combate T-72M1M/B1 y AMX-30V. Estos últimos poseen mejores ópticas que los T-72. Para el reconocimiento bien podrían emplearse carros ligeros como los Scorpion-90, los AMX-13/90 o incluso vehículos sobre ruedas como el V-100.
La brigada blindada ligera contaría con infantería montada en BTR-80A, los Dragoon 300 con cañón de 90 mm o puede que los tanques ligeros mencionados anteriormente. Además, el ENB cuenta con asesoramiento de técnicos rusos y cubanos todavía hoy.
El ENB también cuenta con su propia
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